Las autoridades de la provincia norvietnamita de Bac Ninh, conocida por la famosa pintura folklórica de Dong Ho, anunciaron una inversión de tres millones de dólares dedicada a la preservación y desarrollo de esta arte tradicional.

Con estos recursos, se espera recuperar este estilo de pintura caracterizada por la impresión xilográfica, el uso de materias naturales y temas diversos de la vida cotidiana.

De acuerdo con el presidente del Comité Popular de la comuna de Song Ho, Nguyen Nhu Dieu, en tiempo antiguo, toda la aldea de Dong Ho producía pinturas sobre el papel Dó, un material hecho de la corteza del árbol Rhamnoneuron Balansae.

Sin embargo, dijo, después de 1986, sólo quedan dos familias que conservan esta tradición, y explicó la razón en la dificultad para la salida de los productos, o sea, ahora poca gente procura las estampas de Dong Ho.

Acompañando al desarrollo de la sociedad, la aparición de cuadros al estilo moderno, con ventajas de materiales y colores, está ocupando esa posición, expresó.

Ante esta situación, el Comité Popular de Bac Ninh decidió invertir 100 mil dólares en el proyecto de recuperación y promoción de la pintura folklórica de Dong Ho en el período 2014-2016.

Esta suma también se dedicará a las actividades de promoción, exhibiciones y la capacitación profesional.

Además, un centro de preservación y desarrollo de los valores de Dong Ho se construirá hasta 2020, a un costo de dos millones 380 mil dólares.

También se incluye el plan de elaboración del expediente para solicitar el reconocimiento de la UNESCO del género como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, que se llevará a cabo hasta 2016 con una inversión de unos 371 mil dólares.

Las estampas de Dong Ho constituyen una variante de pintura folklórica y tradicional de Vietnam, que los artistas comenzaron a practicar en el siglo XVII, durante la dinastía Mac, en el Norte y especialmente en la aldea homónima, de la comuna de Song Ho, distrito ThuanThanh, provincia BacNinh, situada a 40 kilómetros al Este de Hanoi.

El arte, que floreció hasta finales del siglo pasado, incluye las placas de madera para crear moldes, entintarlos e imprimir las pinturas.

Hechas totalmente a mano, las creaciones reflejan costumbres populares, la esperanza y creencia en una mejor vida llena de felicidad y prosperidad, así como describen actividades cotidianas como la recolecta de cocos, la lucha libre, el pastoreo de búfalo o fábulas.

Se ha hecho tradición que los campesinos compren esas estampas para adornar sus casas en ocasiones especiales, entre ellas el Tet o Año Nuevo Lunar. –VNA