Hanoi (VNA) – Las inundaciones y los deslizamientos de tierra provocados por el tifón Trami en el noreste de Filipinas dejaron al menos 24 muertos, arrastraron automóviles y obligaron a las autoridades a buscar lanchas a motor para rescatar a los aldeanos atrapados.
Las escuelas y las oficinas gubernamentales han estado cerradas por segundo día consecutivo. La tormenta azotó la provincia nororiental de Isabela en la madrugada de hoy, pasando por la ciudad de Aguinaldo en la provincia montañosa de Ifugao después del amanecer con vientos sostenidos de hasta 95 kilómetros por hora (km/h) y ráfagas de hasta 160 km/h.
Los expertos pronostican que el tifón se está moviendo hacia el oeste y entrará en el Mar del Este a finales del día 24 de octubre.
Al menos 24 personas murieron, la mayoría debido a ahogamientos en la región de Bicol y la cercana provincia de Quezón. Sin embargo, la autoridad local prevé que el número de víctimas aumente, ya que las ciudades y pueblos están aislados por las inundaciones y las carreteras están bloqueadas por los deslizamientos de tierra y los árboles derribados.
Se han desplegado unos mil 500 agentes de policía para realizar tareas de mitigación de desastres, pero las condiciones meteorológicas peligrosas plantean dificultades para las tareas de socorro.
La agencia filipina de mitigación de desastres informó que más de dos millones de personas se vieron afectadas por la tormenta, incluidos 75 mil 400 aldeanos que fueron desplazados de sus hogares y se están refugiando en zonas más seguras.
Alrededor de 20 tormentas y tifones azotan Filipinas cada año. En 2013, el tifón Haiyan, uno de los más potentes registrados en el mundo, dejó más de siete mil 300 personas muertas o desaparecidas y arrasó aldeas enteras./.