En medio de la evolución compleja de la pandemia en muchos países, Vietnamrecibió elogios y reconocimientos de la comunidad internacional por susesfuerzos. Incluso, algunos preguntan por qué un país aún pobre y con escasezde recursos puede controlar el coronavirus, sin víctimas mortal. Sin embargo,junto con las valoraciones positivas, varias organizaciones, páginas digitales eindividuos distorsionan la verdad para calumniar al Gobierno.
La Alianza global dedicada a fortalecer la acción ciudadana y la sociedad civilen todo el mundo (CIVICUS) exigió a Vietnam “poner el derecho humano en elcentro de la prevención y lucha antiepidémica”, mientras la Corte Internacionalde Justicia (ICJ) envió una carta al Gobierno de Vietnam en la cual “expresanpreocupación sobre la salud de los presos… porque no reciben atención necesariaen la cárcel”.
De forma descarada, en un artículo publicado en la página web de la revistaForeign Policy, el autor D. Hutt tomó el tema de intención política cuando sededuce arbitrariamente que los esfuerzos de Vietnam pretenden “recuperar laconfianza social”.
Algunas páginas extranjeras con versión vietnamita como la Voz de América(VOA), BBC o Radio libre de Asia, publicaron artículos y entrevistas conopiniones calumniosas sin control.
BBC publicó el 15 de mayo el artículo “COVID-19: ¿Sobrerreacción ayuda a Vietnama ganar el virus?” de A. Jones. Aunque reconoció los éxitos de Vietnam, realizóuna entrevista a P. Robertson del Observatorio de Derechos Humanos (HRW), quiendescribió el control y monitoreo de la salud de todos los vietnamitas en susresidencias –una medida de control epidemiológico de Vietnam– como unaviolación a los derechos humanos.
¿O sea, P. Robertson, HRW solo reconoce a un país respetuoso a los derechoshumanos cuando su gobierno permite que la enfermedad se propague naturalmente,poniendo en riesgo la vida humana, y los ciudadanos deben ser irresponsablescon la salud y la vida de los demás y la seguridad de toda la sociedad?
En el país, algunas personas, incluso un sacerdote, divulgaron noticias falsascomo “el gobierno oculta información” y “el número de los infectados es muchomás alto de lo que anuncian las autoridades”, y aconsejaron a los vietnamitasresidentes en el extranjero que no creyeran en el éxito del país.
Aprovecharon las redes sociales y distorsionaron palabras de las autoridadespara crear rumores del tipo “hay muertos por COVID-19 en Ciudad Ho Chi Minh”,“gestionar ilegalmente la información personal (la declaración de salud enlínea)”.
Esas palabras calumniosas y tergiversadas van en contra de los esfuerzosincesantes de todo el sistema político de Vietnam.
Con las consignas “Combatir la epidemia como luchar contra el enemigo” y “Nadiese queda atrás”, el Gobierno vietnamita adoptó medidas drásticas y oportunas enla prevención y lucha contra el COVID-19 para proteger la salud y vida humana ygarantizar el bienestar social. Las direcciones del gobierno reciben elconsenso y apoyo de todo el pueblo.
Vietnam no solo dedica recursos materiales y humanos para atender a todos losciudadanos en el país, organiza vuelos para repatriar a sus compatriotasresidentes en el exterior, sino que también ofrece asistencia médica a losextranjeros que viajan o trabajan en la nación.
Cabe destacar que el país indochino lanzó un paquete de rescate valorado en dosmil 695 millones de dólares para apoyar a las personas necesitadas, y aun en esascondiciones donó suministros médicos y compartió sus experiencias con otros paísesy organizaciones internacionales.
Todo eso muestra la superioridad del socialismo que prioriza la garantía de los derechos humanos de todos y laresponsabilidad con la comunidad. Por ello, son absurdos todos los argumentosque calumnian, distorsionan y rebajan los resultados de la prevención y luchacontra el COVID-19 en Vietnam. Esos éxitos son irrefutables./.