Hanoi (VNA)- Tras más de ocho décadas de independencia y constante renovación, Vietnam se ha consolidado como un referente regional en reformas económicas, atrayendo la atención y el respaldo de numerosos socios internacionales. Entre ellos, la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD) destaca como uno de los aliados más constantes y comprometidos.
En una entrevista concedida a la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA), Hugo Pierrel, subdirector de la AFD en Vietnam, comparte una visión sobre el impresionante camino de desarrollo del país indochino, los hitos más relevantes de la cooperación, las perspectivas futuras y algunas recomendaciones de política.
Una trayectoria de desarrollo impresionante
Según Pierrel, Vietnam ha experimentado una trayectoria de desarrollo socioeconómico “particularmente impresionante, marcada por reformas estructurales y un crecimiento sostenible”. De ser un país subdesarrollado, Vietnam pasó a integrar el grupo de países de ingresos medianos en 2017 y avanza hacia el de ingresos medianos altos.

Uno de los logros más destacados es la espectacular reducción de la pobreza: la tasa de pobreza extrema pasó del 45% en 1990 a menos del 1% en la actualidad. “Es el resultado de los esfuerzos persistentes del Gobierno de Vietnam mediante acciones concretas, una asignación adecuada de recursos y el tratamiento eficaz de los problemas socioeconómicos esenciales”, subrayó.
Los indicadores de progreso se reflejan en el creciente acceso de la población a la electricidad, el agua potable y la educación. En particular, la universalización de la educación se considera una prueba de la eficacia de la gestión macroeconómica y de las reformas coherentes emprendidas de manera constante por el Partido, el Estado y el Gobierno.
Según Pierrel, la política económica de Vietnam “es ejemplar” y genera una sólida confianza entre los socios internacionales. El país indochinno ha sabido aprovechar hábilmente la integración comercial, atraer inversión extranjera directa (IED) y utilizar eficazmente la asistencia de organismos como la AFD para desarrollar la agricultura de exportación y ampliar la producción.
Hitos de la cooperación de la AFD en Vietnam
La AFD está presente en la nación indochina desde 1994 y lleva ya 31 años de acompañamiento. Como banco de desarrollo bilateral del Gobierno francés, la AFD y sus entidades miembros, como Proparco y Expertise France, han comprometido un total de 3,2 mil millones de euros (unos 3,73 mil millones de dólares) en apoyo a Vietnam.
De acuerdo con Pierrel, existen tres etapas destacadas de cooperación que son “hitos” en la actividad de la AFD en Vietnam. La primera, desde 1994, cuando la Agencia financió principalmente la agricultura y el procesamiento de productos agrícolas, en especial cultivos estratégicos como arroz, café, té y caucho, con el objetivo de desarrollar la agricultura y mejorar la capacidad de procesamiento agroindustrial. Al mismo tiempo, se destinaron fondos a sistemas de riego, gestión de recursos hídricos e infraestructura hidráulica, sentando las bases para el crecimiento a largo plazo.
La segunda etapa tuvo lugar a comienzos de la década del 2000, cuando Vietnam centró su atención en el desarrollo de infraestructura económica y la AFD reorientó sus fondos hacia este ámbito, respondiendo a las necesidades del Gobierno. Entre los proyectos destacados figuran la cooperación con la Corporación de Electricidad de Vietnam (EVN) y la Corporación Nacional de Transmisión Eléctrica (EVNNPT), el proyecto de modernización de la línea ferroviaria Yen Vien–Lao Cai y la cofinanciación de la Línea 3 del Metro de Hanoi.
A partir de 2015, la actividad de la AFD en Vietnam alcanzó un nuevo hito. Tras la firma del Acuerdo de París sobre el clima, a la AFD se le encomendó reforzar su apoyo a los programas de reducción de emisiones y adaptación al cambio climático. En Vietnam, la AFD se enorgullece de ser uno de los actores clave que han contribuido a la transición energética del país mediante proyectos de apoyo en energía y transporte, así como en la implementación de la Estrategia Energética VIII y el compromiso de alcanzar cero emisiones netas para 2050 asumido por el Gobierno vietnamita. Entre los grandes proyectos destacan la ampliación de la hidroeléctrica de Hoa Binh, la planta hidroeléctrica de bombeo de Bac Ai y proyectos de control de erosión e inundaciones en más de 15 provincias.
Más allá de la financiación, la AFD también participa en la asesoría de políticas, el fortalecimiento de la capacidad de análisis económico y climático (programa GEMMES), y fomenta conexiones entre socios homólogos de Vietnam y Francia, como la cooperación entre EVN y la empresa francesa EDF, o entre Hanoi y la región de Île-de-France.
Desafíos y recomendaciones para el futuro
Además de reconocer los avances de Vietnam, el subdirector de la AFD también señala abiertamente tres desafíos principales en la ejecución de proyectos. Se trata de la gestión de tierras y la liberación de terrenos, los complejos procedimientos de aprobación de proyectos y el impacto de los proyectos en los ecosistemas.
Al evaluar el programa de reforma institucional iniciado a principios de 2025, Pierrel afirma que se trata de un paso positivo para el sistema administrativo y la organización gubernamental en todos los niveles en Vietnam, que abre oportunidades para mejorar la eficacia de la gestión y apoyar el objetivo de convertir a la nación sudesteasiática en un país de ingresos altos para 2045.
Para mantener el impulso del crecimiento sostenible, el subdirector de la AFD recomendó integrar cuatro elementos clave en la política de desarrollo nacional: establecer un sistema de producción y consumo descarbonizado, reduciendo gradualmente la dependencia de los combustibles fósiles; integrar la respuesta al cambio climático en todas las políticas, desde el nivel central hasta el local, tanto en el sector público como en el privado; construir una infraestructura y un marco institucional sólidos como base para el desarrollo económico; y desarrollar recursos humanos de alta calidad, considerándolos el motor fundamental para mejorar la productividad laboral y aumentar el valor agregado de la economía.
Además, subrayó la necesidad de definir cuanto antes el papel de la inversión pública y privada en los grandes proyectos. En algunos sectores estratégicos, como la red de transmisión eléctrica, el Estado debería desempeñar un papel predominante para garantizar la estabilidad del sistema y, al mismo tiempo, incentivar la inversión privada en la producción de energía.
En cuanto al mercado financiero, Vietnam necesita garantizar que todos los actores económicos –desde pequeñas y medianas empresas, hogares comerciales hasta conglomerados– puedan acceder de manera equitativa al crédito, haciendo realidad el objetivo de un crecimiento verde mediante herramientas de política adecuadas, sugirió.
Al dialogar con la VNA, Pierrel afirmó: “Los socios para el desarrollo como la AFD siempre están dispuestos a acompañar al Gobierno de Vietnam, compartir experiencias, conocimientos y tecnología para alcanzar juntos objetivos de desarrollo ambiciosos”.
Con más de 30 años de cooperación y un profundo conocimiento del contexto vietnamita, la AFD se considera parte del proceso de transición verde y desarrollo sostenible. Según el funcionario, la cooperación no se limita a la financiación, sino que también es un puente de conocimiento, tecnología y gobernanza, orientado hacia un futuro próspero y sostenible para Vietnam./.