Así lo afirmó la ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Marise Payne, enel marco de la celebración de la 52 Conferencia de Cancilleres de la Asociaciónde Naciones del Sudeste Asiático (AMM-52), que se desarrolla en la capitaltailandesa.
La financiación forma parte de la estrategia de 10 años de Australia, la cualtiene como objetivo de rescatar a las víctimas, y asegurar el castigo a losdelincuentes, e incluye programas deentrenamiento a policías y jueces al servicio de las investigaciones, así comojuicios contra las redes de criminales, indicó la titular.
Entre las principales causas del creciente aumento del tráfico transnacional depersonas, se destacan la corrupción, la desigualdad entre los niños y grupos deindividuos vulnerables, así como la incesante demanda de fuerza laboral barata,especialmente en oficios como la pesca y la construcción.
Al referirse a la situación regional, Payne recordó, en particular, la crisisde la minoría musulmana de Myanmar, los Rohinyá, quienes desde 2017 fue objeto,según la ONU, de una limpieza étnica por parte de las autoridades myanmenasque obligaron a la mayoría de sus integrantes a refugiarse en la vecinaBangladés.
Por otra parte, según dijo, Tailandia es considerada un punto central de lasactividades de tráfico ilegal de hombres, mujeres y niños desde países menosdesarrollados como Laos, Camboya y Myanmar.
Según datos oficiales, en 2015 del cuatro al 23 por ciento de los cuatromillones de inmigrantes en ese país, fueron víctimas de la trata de personas.
La canciller reiteró el compromiso de las autoridades australianas de cooperarcon las naciones sudesteasiáticas y sus socios, para proyectar una solución de este problema, a largo plazo y sosteniblemente.-VNA