Hanoi- Un informe del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) estimó que el crecimiento económico de Vietnam alcanzará el 7,5 por ciento en este año, mientras la inflación en el país se tasó en 3,5 por ciento.
De acuerdo con el Informe de Perspectivas de Desarrollo Asiático (ADO) 2022, la economía de Vietnam se ha desarrollado aún en medio de un difícil contexto pues la situación económica global afronta muchas incertidumbres.
Pese a los riesgos, las perspectivas económicas de Vietnam siguen aumentando, señaló el documento.
El BAD pronosticó que el crecimiento económico del país indochino se quedará en 6,3 por ciento en 2023, debido a la reducción de la demanda mundial de las exportaciones de Vietnam y el debilitamiento de los principales socios comerciales.
Dentro del informe ADO, la institución bancaria rebajó su pronóstico de crecimiento económico para la región de Asia-Pacífico en medio de un panorama global en deterioro.
Como resultado, la economía en esa zona crecerá un 4,2 por ciento en 2022 y un 4,6 por ciento en 2023.
Un informe anterior del banco, correspondiente al mes de septiembre, vaticinó que la economía de la región crecería un 4,3 por ciento en 2022 y un 4,9 por ciento el próximo año.
La recuperación de Asia en la etapa pos-epidemia está siendo frenada por el endurecimiento de la política monetaria por parte de los bancos centrales a nivel mundial y en la región, el prolongado conflicto armado entre Rusia y Ucrania y las estrictas medidas de prevención y control de la pandemia de la COVID-19 en China.
Una vez más las perspectivas de crecimiento de China se redujeron debido a las restricciones bajo el enfoque "Cero COVID", junto con un mercado inmobiliario que enfrenta severas dificultades.
A criterio del economista jefe de BAD, Albert Park, Asia-Pacífico continuará recuperándose lentamente en 2023, debido al empeoramiento de las condiciones globales.
Frente a esta situación, los gobiernos deberán trabajar estrechamente para superar los desafíos a largo plazo de la COVID-19, los impactos del aumento de los precios de alimentos y energía, así como garantizar el nivel de vida a los pobres y vulnerables y una recuperación integral e inclusiva, apuntó.
También, el banco rebajó su pronóstico sobre la inflación en Asia y Pacífico en desarrollo desde 4,5 por ciento a 4,4 por ciento en 2022.
Sin embargo, la previsión de crecimiento de BAD para el Sudeste Asiático este año se elevó del 5,1 al 5,5 por ciento, en medio de una fuerte recuperación del consumo y el turismo en Malasia, Filipinas, Tailandia y Vietnam.
El proceso de recuperación verde en la etapa pos-COVID-19 en el Sudeste Asiático puede atraer 172 mil millones de dólares de inversiones anuales y crear más de 30 millones de puestos laborales en 2030.
Según el último informe de la institución, existen cinco áreas para apoyar la recuperación regional en la etapa pospandémica mediante el desarrollo verde, sobre todo agricultura regenerativa y desarrollo urbano sostenible y modelos de transporte y energías renovables.
Ramesh Subramaniam, director general de BAD en el Sudeste Asiático, enfatizó en la necesidad de que los planificadores de políticas adopten más medidas de estímulo verde y diseñen programas de fijación de precios del carbono y reducción de la dependencia de los combustibles fósiles, así como atracción de inversiones en los proyectos de energía renovable a gran escala, entre otros.
Al mismo tiempo, la entidad bancaria hizo hincapié en la importancia de identificar las fuentes financieras sostenibles para el perfeccionamiento de las bases infraestructurales respetuosas con el clima y aprovechar las oportunidades del crecimiento verde.
Igualmente, exhortó a una fuerte cooperación entre las economías vecinas y a nuevas asociaciones con las diferentes partes interesadas para garantizar que los beneficios se acumulen en toda la región.
Por su parte, el BAD se compromete a lograr una región de Asia-Pacífico próspera, inclusiva, equitativa y sostenible, al tiempo que mantiene los esfuerzos para erradicar la pobreza extrema en la zona./.