A unos tres kilómetros de Hoi An, declarada por la UNESCOcomo Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1999, el inmenso bosque decocos de Cam Thanh, considerado el pulmón verde de la ciudad, parece unaminiatura del Delta del río Mekong.
Laúnica diferencia entre ellos quizás sea el medio de transporte utilizado. En el Delta del Mekong, las personas viajan enbotes de madera de tres tablas (xuong ba la) mientras en Cam Thanh, usan botesde mimbre (thung chai) para ir al bosque de cocos.
Sentarseen un barco, navegar bajo los cocoteros y contemplar elhermoso paisaje de una región rural acuática hacen que los visitantes sesientan apegados a este lugar.
Según los lugareños, el bosque de cocoteros ha exisitido por más de 200 años.La variedad de cocos de la zona fue traída por los inmigrantes del Sudoeste y se ajustaba perfectamente a las condiciones favorablesdel suelo y el agua de la región. Al principio, el bosque era de solo sietehectáreas y se ascendió hasta la fecha a más de 100hectáreas.
Con el paso del tiempo, el bosque de cocoteros, que alberganumerosas especies acuáticas, ha protegido a los aldeanos de Cam Thanh de lasolas del mar y salvaguardado la Reserva de la Biósfera de Cu Lao Cham.
Solo por 150 mil dongs (equivalente a siete dólares estadounidenses), se puede alquilar un thungchai para dos personas con un barquero para descubrir la belleza salvaje delbosque de las palmas de agua.
Durante dos horas en canales pequeños bajo los cocoteros verdes, los visitantesexperimentarán muchas cosas interesantes, como escuchar dulces cancionesfolclóricas intepretadas por el barquero y ver a los lugareños pescandocangrejos y peces. También disfrutarán de la aventura de sentarse en el thungchai. En este transporte tan especial, los visitantes tienen que agarrarsefuertemente al bote para evitar caerse, lo que les provoca excitación.
Según Do Van Tien, miembro del equipo de thung chai en Cam Thanh, el pueblo deVan Thanh tiene más de 300 botes. En verano, muchos turistas visitan el lugar,y son principalmente de Corea del Sur, China y algunos países europeos. Despuésdel viaje para descubrir el bosque silvestre de las palmas de agua, losturistas pueden quedarse en el muelle, disfrutando de leche de coco y observartoda la inmensa área de agua con verdes cocoteros. Esta pacífica escena brindauna relajación que los visitantes nunca pueden olvidar, así como el deseo deregresar a este sitio.-VNA