Hanoi (VNA) El Año Nuevo Lunar (Tet) es una celebración muy importante para los vietnamitas. Es una ocasión de reunión familiar en la que se ensalzan las costumbres tradicionales de cada una de las 54 comunidades étnicas que conforman el país, lo que contribuye a la diversidad cultural de la nación.
En la región del noroeste viven numerosas minorías étnicas como los Thai, Tay, Muong y Dao, y cada una presenta rasgos autóctonos a la hora de celebrar el Tet.
En diciembre de cada año lunar, la etnia Khang en el distrito de Quynh Nhai de la provincia de Son La atraviesa bosques para buscar leñas y hojas “dong” para elaborar el “Banh chung” (pastel de arroz glutinoso), además de hojas de plátano para asar la carne de res que integrará la bandeja del Tet.
Además de preparar la comida, existe una costumbre a la que la gente le da mucha importancia, que es la de lavarse el cabello para despedir el año viejo y dar la bienvenida al nuevo. Sin embargo, las personas de ambos sexos observan diferentes reglas en este rito. A las mujeres sólo se les permite lavarse el cabello en el embarcadero el día 29 de diciembre del calendario lunar, un día antes de la Nochevieja. Esto se debe a la creencia de que el espíritu de una mujer es intrínsecamente débil, y dado que en la noche del día 30 todo el mundo, tanto secular como espiritual, está presente para celebrar el año nuevo, si van a lavarse el cabello desafortunadamente encontrarán problemas de salud provocados por los malos espíritus. Los hombres y los niños, por otro lado, se lavarán el cabello el día 30 del Año Nuevo sin temor a la mala suerte.
Lo Thi Phac, conocedora de la cultura de la etnia Khang en la comuna de Chieng On, distrito de Quynh Nhai, dijo lo siguiente: “Para lavarse el cabello, se necesita una palangana de agua para lavar arroz y una copa de árbol triturada para sumergir en esta. Después se cepilla tres veces la cabeza mientras se reza para desterrar toda mala suerte, enfermedad y dolencia del año viejo a ríos y arroyos. Se ruega a los antepasados por su bendición y para que traigan las mejores cosas para la familia y la aldea. Se ora al cielo y la tierra por la bonanza y las cosechas abundantes, manadas buenas y banastas llenas de arroz”.
Similar a otras comunidades, la etnia Mong preserva rasgos arraigados pletóricos de la identidad cultural, entre ellos, la veneración a los antepasados y la limpieza del altar para el Tet.
En la tarde del 30 de enero del calendario lunar, el dueño de la casa debe cortar tres ramas de bambú sin romper la parte superior, atarlas con tres varitas de incienso y llevarlas a las esquinas y las paredes de la casa hasta la puerta principal. Después, barre la casa con una escoba con el objetivo de desterrar los malos espíritus y la mala suerte del año viejo para dar la bienvenida al nuevo con suerte, paz y felicidad. La parte más importante es limpiar y decorar el altar.
En particular, el dueño de la familia debe cortar un nuevo trozo de bambú y otro de papel para este fin, además de sacrificar un gallo rojo grande y hermoso y pegar las plumas del cuello en la hoja de papel en el altar. Después, coloca el pollo en el altar para agasajar a los antepasados y no lo quitará hasta la mañana del día 1 del Año Nuevo.
Thao Chu Chia, de la aldea de Co Nhu, comuna de Long He, distrito de Thuan Chau, provincia de Son La, afirmó: “La etnia Mong limpia y decora el altar a medianoche después de la Nochevieja cuando el año nuevo ya ha comenzado y madrugamos para orar por bendiciones. Segundo, después de cumplir dichas tareas, alrededor de las 3 o 4 de la mañana también tenemos que ir a buscar el primer vaso de agua con la esperanza de recibir la nueva fortuna y buena suerte para la familia, para que durante el año tengamos lluvias favorables, vientos moderados, negocios prósperos, arroz y maíz cuantiosos en la banasta, la bolsa llena de dinero y granjas llenas de ganados. En tercer lugar, en la mañana del primer día de enero lunar, los miembros de la familia no pueden ir muy lejos, sólo visitar a los vecinos, además de abstenerse de gastar dinero y conducir vehículos”.
Al visitar a las minorías étnicas residentes en las montañas del noroeste de Vietnam con motivo del Tet, podemos presenciar más costumbres y rituales únicos.
En el primer día del Año Nuevo, los visitantes disfrutarán del aire fresco, se sumergirán en los colores llamativos de las flores de melocotón, albaricoque y ciruelo o aprenderán a tirar bolas de tela Pao con hermosas jóvenes de las etnias locales que llevan vestidos brillantes para celebrar la nueva primavera. VNA/VOV