Hanoi (VNA) – Aunque Vietnam ha registrado un sólido desempeño económico en 2025, el país debería adoptar una postura más cautelosa en 2026, centrando sus esfuerzos en la inversión en infraestructura, el aumento de la productividad y la diversificación de mercados para mantener su posición como una de las economías de más rápido crecimiento del Sudeste Asiático.
Así lo sugirió Suan Teck Kin, director ejecutivo de Investigación Económica Global y de Mercados del banco singapurense United Overseas Bank (UOB).
Recientemente, UOB elevó su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Vietnam para 2025 al 7,7%, cerca del objetivo gubernamental del 8%. Según Suan Teck Kin, esta revisión refleja los sólidos resultados obtenidos en los tres primeros trimestres de 2025, especialmente en la industria manufacturera y las exportaciones, situando a Vietnam entre las economías de mayor crecimiento de la ASEAN.
La manufactura sigue siendo un motor clave, ayudando a Vietnam a reforzar su papel en las cadenas de suministro regionales. Junto con unas exportaciones dinámicas, el fortalecimiento del consumo interno, la recuperación del turismo y la aceleración de la inversión pública, estos factores sustentan la mejora de las perspectivas de crecimiento para 2025, pese a la expectativa de una ligera desaceleración en el cuarto trimestre frente a los anteriores.
Suan Teck Kin señaló que el recrudecimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China en 2025 ha generado tanto oportunidades como desafíos para Vietnam. En el lado positivo, la reubicación de cadenas de suministro ha beneficiado al país, con un fuerte aumento de las exportaciones hacia Estados Unidos, que actualmente representa alrededor del 30% del total de las exportaciones vietnamitas, convirtiéndose en su mayor mercado.
El experto del UOB destacó asimismo que la inversión extranjera directa ha superado las expectativas, con desembolsos que alcanzaron aproximadamente 23,6 mil millones de dólares en los primeros 11 meses de 2025, reflejando la confianza de los inversores en la ubicación estratégica, la mano de obra y las políticas favorables a los negocios del país.
No obstante, la elevada dependencia de las exportaciones, equivalentes a cerca del 83% del PIB, incrementa la vulnerabilidad de Vietnam ante una desaceleración global, especialmente de la demanda estadounidense. Los riesgos arancelarios en sectores específicos, como el del mobiliario y los productos de madera, así como las presiones en el mercado laboral derivadas del aumento de los salarios sin mejoras proporcionales en la productividad, podrían afectar la competitividad y la inflación.
UOB prevé que el crecimiento del PIB de Vietnam se sitúe en torno al 7% en 2026, por debajo del nivel de 2025 pero aún el más alto de la región. Según Suan Teck Kin, una desaceleración moderada contribuirá a garantizar un crecimiento sostenible y a evitar un aumento excesivo de los costos.
La inversión en infraestructura debería seguir siendo la máxima prioridad, abarcando transporte, puertos, logística, infraestructura digital, educación y formación, con el fin de reducir costos y elevar la productividad. El fortalecimiento del capital humano también es crucial, asegurando que el crecimiento salarial vaya acompañado de mejoras en la productividad mediante el desarrollo de habilidades, la transformación digital y la mejora del sistema educativo.
Además, se debe prestar mayor atención a la vivienda social, la atención sanitaria y el bienestar social para reducir el costo de vida y reforzar la competitividad a largo plazo. Por último, tanto el Gobierno como las empresas deberían acelerar la diversificación de mercados y productos, reduciendo la dependencia de la electrónica y del mercado estadounidense mediante la expansión hacia el Sudeste Asiático, Oriente Medio, África, América Latina y Europa del Este, con el fin de fortalecer la resiliencia frente a choques globales, concluyó Suan Teck Kin./.
Economía de Vietnam acelera a pesar de los desafíos
En noviembre de 2025, la economía de Vietnam muestra un crecimiento positivo a pesar de los impactos externos y los desastres naturales. Con indicadores económicos clave en ascenso, el país se prepara para cumplir con su objetivo de crecimiento del 8% para finales de año.