A unos 5 kilómetros del centro de laciudad de Son La, de la provincia homónima, la aldea de Bo, del barrio deChieng An, cuenta con 255 familias pertenecientes a 5 grupos étnicos. Losespacios culturales de los Thai, Muong, Kinh, Khmu y Mong convergen entradiciones y costumbres muy particulares que cualquier visitante desearádescubrir y experimentar.
De acuerdo con Nguyen Tien Quan,propietario del homestay Tien Quan, en la comuna de Chieng An, de la ciudad deSon La, tras promulgar en 2015 la resolución número 20 sobre el desarrollo delturismo comunitario, el gobierno local escogió a su familia y otros treshogares para la implementación piloto de este modelo. En 2016, después dejubilarse, este hombre se convirtió en uno de los pioneros del turismocomunitario en Son La. En 2017, el año en que acogió el Festival CulturalVietnam-Laos, esta ciudad se coordinó con las familias que se dedican a losservicios de homestay para dar la bienvenida a los clientes. Su familiainauguró el homestay Tien Quan en julio de ese mismo año y lo mantiene y mejoracada día. Tien Quan compartió: “Al principio, enfrentamos algunas dificultades.Varias provincias habían desarrollado este modelo, pero para nosotros todo eranuevo. El turismo comunitario es diferente de los servicios hoteleros y derestauración. Además, soy el primero enexperimentar esta práctica turística en la ciudad de Son La. A pesar de losdesafíos y las dificultades, al dedicarnos a dar la bienvenida y servir aturistas en nuestra propia casa, recibimos mayores ingresos, y podemos comprarobjetos más valiosos para nuestra familia y a disposición de los turistas.También creamos nuevos empleos para los jóvenes y para que consuman productostípicos de la localidad, y de esa forma contribuimos a impulsar el desarrolloeconómico de nuestra provincia. Lo más importante es que esta es una forma depromover la imagen de nuestra tierra a más visitantes nacionales y extranjeros.Además, las aldeas vuelven a ser más hermosas con las casas convertidas enhomestays”.
La aldea de Hum, en la comuna de ChiengXom, situada a tres kilómetros del centro de la ciudad de Son La, es una de susprincipales atracciones, con sus campos de arroz, la gruta de Tham Lieng y elapacible río de Nam La, así como los singulares rasgos culturales,arquitectónicos y gastronómicos de los autóctonos de la etnia Thai. En estepoblado, los turistas pueden participar de distintas faenas diarias junto a loslocales, como labrar la tierra y capturar peces, además de sumarse alsenderismo y el descubrimiento de cuevas, entre otras actividades.
Otro destino atractivo de Son La es elpoblado de Mong, en la comuna de Hua La, donde los excursionistas puedendisfrutar de sus fuentes termales que durante todo el año mantienen unatemperatura de entre 36 y 38 grados centígrados, con ingredientes mineralesnaturales muy beneficiosos para la salud. Desde que se unieron a lasactividades del turismo comunitario, la vida de los aldeanos ha mejoradoconsiderablemente. Cerca de 60 hogares del villorrio suministran serviciosbalnearios y otros dos se dedican a alojar visitantes y brindarles serviciosturísticos.
Al presenciar las transformaciones de lasfamilias involucradas en el desarrollo del turismo comunitario en Son La,Nguyen Thuong Ngan, una fotógrafa y miembro del Club de Mochileros de Hanoi,comentó: “Viajé por primera vez a Son La hace 10 años y desde entonces heregresado a este lugar varias veces. Veo que la vida de los habitantes localesha mejorado bastante desde que emprendieron el modelo del turismo comunitariode modo profesional. Sin embargo, se mantienen aún la identidad cultural y laingenuidad, la sencillez y la hospitalidad de su gente”.
Al sumergirse en la vida de los autóctonosen la ciudad de Son La en sus propias casas, los visitantes tienen laoportunidad de degustar los platos típicos del lugar y del arte tradicional delos pueblos indígenas. En cuanto a la gastronomía, Lu Thi Phuc, radicada en laaldea de Bo, y cocinera del Homestay Tien Quan, dijo: “Las comidas de la etniaThai son originales por usar condimentos picantes como jengibre, limoncillo,ajo y pimiento, combinados con otras esencias para aromatizar. Por ejemplo,añadimos hojas de limón a platos preparados en base a pollo, y culantro ehinojo a los manjares de pescado. La gastronomía de la etnia Thai está formadaprincipalmente por asados de pollo y pescado, y guisados de carne de cerdopicada elaborados con hoja de phrinium. Mientras, los caldos de nuestro puebloson variados, y se cocinan con frutas y verduras según la estación. Son platosexquisitos con los que solemos agasajar a los turistas”.
En cuanto a los intercambios artísticos,los homestay atraen a los visitantes también por los encantadores bailes de losThai, Meo, Muong, Mong, Laos, Khomu y otros grupos étnicos. Todos pueden danzarjunto a los autóctonos, al compás de los ritmos de manera relajada. Es ese elobjetivo del turismo comunitario: mantener a los visitantes lo más cómodos yrelajados posible en su ambiente, con sus tradiciones y costumbres y entre suspersonas, sin ninguna distancia entre los propietarios y visitantes.
Los modelos del turismo comunitario en laciudad de Son La han contribuido en gran medida a preservar y promover losvalores culturales tradicionales de las comunidades étnicas que se establecenen esa localidad. Numerosas costumbres, juegos populares, fiestas y oficiosartesanales han sido restaurados y conservados, para contribuir a diversificarlas actividades vivenciales de los turistas en la localidad. VNA/VOV