El pueblo So en la comuna de Cong Hoa, distrito de Quoc Oai, Hanoi, es bien conocido por su producto tradicional: vermicelli de arrurruz (Maranta arundinacea), un favorito en el mercado nacional durante muchos años.
El nombre de So está estrechamente unido a la casa comunal del pueblo, que se considera "la más bella en la zona antigua de Doai". Nadie sabe exactamente cuándo comenzó en la localidad la confección de vermicelli, pero está claro que es trasmitido de generación en generación.
Al llegar al pueblo, se puede sentir la emocionante atmósfera de trabajo y presenciar el proceso de elaboración, que incluye la fabricación de la harina, la formación y secado de los fideos.
Un día normal de trabajo en el pueblo So suele comenzar muy temprano, a las 5:00 a.m., cuando comienzan los talleres de producción de fideos, con los ruidos característicos de sus máquinas, que duran hasta las 19:00 p.m., hora en que finaliza la jornada de labor.
Según Nguyen Thi Ha, dueña de un taller de vermicelli en el pueblo So, el producto elaborado recibe elogios de muchos clientes porque se fabrica por métodos tradicionales, logrando buena textura y sabor.
Dijo como desde que comenzó a participar en la profesión tradicional de sus antepasados, la producción de vermicelli de su familia ha aumentado de manera constante.
Hace unos 10 años, el taller solo producía unos pocos cientos de kilogramos diariamente. Ahora, su taller elabora cerca de cuatro toneladas de fideos por jornada, que se venden inmediatamente después de terminar la producción. A veces, no pueden producir suficiente vermicelli para satisfacer las demandas de los clientes.
Recientemente, muchas áreas han comenzado a utilizar el secado tecnológico, pero en el pueblo So el vermicelli sigue siendo al sol. Esta es la razón por la cual puede observarse numerosos paneles de vermicelli blanco pulcramente colocados uno junto al otro en el dique a lo largo del río Day.
Los pobladores de So optan por el proceso tradicional, pues es el secreto para que sus vermicellis sean más sabrosos y tengan una mejor textura. Debido a la dependencia absoluta de la naturaleza, la gente de la aldea tienen que seguir con atención el tiempo constantemente, explicó Ha.-VNA
El nombre de So está estrechamente unido a la casa comunal del pueblo, que se considera "la más bella en la zona antigua de Doai". Nadie sabe exactamente cuándo comenzó en la localidad la confección de vermicelli, pero está claro que es trasmitido de generación en generación.
Al llegar al pueblo, se puede sentir la emocionante atmósfera de trabajo y presenciar el proceso de elaboración, que incluye la fabricación de la harina, la formación y secado de los fideos.
Un día normal de trabajo en el pueblo So suele comenzar muy temprano, a las 5:00 a.m., cuando comienzan los talleres de producción de fideos, con los ruidos característicos de sus máquinas, que duran hasta las 19:00 p.m., hora en que finaliza la jornada de labor.
Según Nguyen Thi Ha, dueña de un taller de vermicelli en el pueblo So, el producto elaborado recibe elogios de muchos clientes porque se fabrica por métodos tradicionales, logrando buena textura y sabor.
Dijo como desde que comenzó a participar en la profesión tradicional de sus antepasados, la producción de vermicelli de su familia ha aumentado de manera constante.
Hace unos 10 años, el taller solo producía unos pocos cientos de kilogramos diariamente. Ahora, su taller elabora cerca de cuatro toneladas de fideos por jornada, que se venden inmediatamente después de terminar la producción. A veces, no pueden producir suficiente vermicelli para satisfacer las demandas de los clientes.
Recientemente, muchas áreas han comenzado a utilizar el secado tecnológico, pero en el pueblo So el vermicelli sigue siendo al sol. Esta es la razón por la cual puede observarse numerosos paneles de vermicelli blanco pulcramente colocados uno junto al otro en el dique a lo largo del río Day.
Los pobladores de So optan por el proceso tradicional, pues es el secreto para que sus vermicellis sean más sabrosos y tengan una mejor textura. Debido a la dependencia absoluta de la naturaleza, la gente de la aldea tienen que seguir con atención el tiempo constantemente, explicó Ha.-VNA