Hanoi (VNA) - A partir del 1 de julio de 2025, entrarán en funcionamiento oficialmente 34 nuevas unidades administrativas a nivel provincial, marcando un hito importante en el proceso de reestructuración del espacio de desarrollo de Vietnam. Esta gran “reorganización” no sólo tiene un significado administrativo, sino que también refleja la visión estratégica del Partido para construir un aparato estatal compacto, eficiente y orientado al desarrollo sostenible, con el sólido respaldo del consenso popular.
Consenso desde la conciencia: el cambio trae beneficios concretos
La fusión y racionalización de las unidades administrativas provinciales ha sido definida por el Comité Central del Partido como una tarea estratégica para redefinir el espacio de desarrollo, superar problemas acumulados durante décadas como el desarrollo fragmentado, la falta de vinculación regional, la inversión dispersa y el derroche de recursos.
Con la reducción de 63 a solo 34 provincias y ciudades, Vietnam avanza hacia un modelo de desarrollo basado en polos de crecimiento y corredores económicos conectados, al tiempo que ahorra presupuesto, mejora la eficiencia de la gobernanza y facilita la creación de nuevos centros económicos. Lo importante es que la población no solo comprende esta reforma, sino que también la respalda, al percibir beneficios tangibles: administración simplificada, servicios públicos más ágiles y ahorro en tiempo y costos.
Este respaldo no surge por sí solo. Todo el sistema político ha hecho un buen trabajo de comunicación, explicando con claridad y profundidad. En su artículo “El poder de la unidad” publicado el 29 de junio de 2025, el secretario general del Partido Comunista, To Lam, mencionó esta frase: “aunque mil caminos sean difíciles, si el pueblo está de acuerdo, todo se supera”— no es solo un recordatorio, sino también una expresión de confianza en que cada gran decisión del Partido nace del interés nacional.
La fusión de localidades no es simplemente una cuestión de límites territoriales, sino un paso estratégico para el desarrollo socioeconómico rápido y sostenible. Las nuevas regiones formadas tendrán una escala suficientemente grande en población, superficie y recursos para convertirse en motores de crecimiento con efecto multiplicador para sus zonas y el país en general.

Anteponer el interés nacional al apego sentimental por la “provincia natal”
Aunque aún persisten sentimientos sobre “perder el nombre de la provincia” o “ver diluido al pueblo propio”, la mayoría de los ciudadanos ha demostrado empatía y disposición para poner el interés común por encima del sentimiento individual. Esto es prueba del poder de la gran unidad nacional —el “hilo rojo”— que atraviesa todas las políticas del Partido.
La fusión de Thai Binh y Hung Yen es un claro ejemplo: tras la unificación, la nueva provincia tendrá más de tres millones de habitantes y el doble de superficie que la antigua Hung Yen, generando un mercado interno amplio e ideal para la conexión productiva, logística y de servicios. Expertos consideran que se trata de un modelo de “dos piezas que forman un todo armónico”, abriendo un nuevo espacio económico en el delta del Río Rojo.
Mientras, el hecho de que algunas localidades no estén incluidas en la fusión no obedece a criterios sentimentales, sino a fundamentos científicos y objetivos: superficie, población, condiciones de desarrollo, ubicación geográfica y características históricas y culturales.
Por ejemplo, las dos provincias de Nghe An y Thanh Hoa en la región central del Norte, aunque son independientes, aún tienen un gran potencial y ventajas internas y pueden considerarse un "Vietnam en miniatura" con terreno diverso: montañas, llanuras, mar, fronteras, aeropuertos, puertos marítimos y carreteras.
La reorganización administrativa no es solo una reforma estructural, sino una base para reorganizar el espacio de desarrollo nacional, explotar eficazmente los recursos, renovar la gobernanza y facilitar la integración profunda en las cadenas de valor globales.
La elección de los nuevos nombres administrativos también ha sido cuidadosamente considerada para respetar las tradiciones históricas y culturales, minimizando al máximo los impactos en la vida diaria y la actividad empresarial.
Con la visión estratégica del Partido y el consenso del pueblo, esta “revolución administrativa” reafirma la fuerza de la unidad nacional, clave para la implementación efectiva de las grandes políticas, en beneficio del desarrollo sostenible y de las legítimas aspiraciones de la población.
Como afirmó el secretario general To Lam: “En la reorganización del aparato estatal y del espacio de desarrollo nacional, la unidad del pueblo debe ser más fuerte que nunca”, porque es la fuente vital para construir con éxito una nueva etapa de desarrollo para el país./.