El BM pronosticó que la economía vietnamita liderará laregión de Asia Oriental-Pacífico con un crecimiento de 7,2 por ciento en 2022 y6,7 por ciento en 2023.
Según el experto del BM, el sólido desempeño económico deVietnam en 2022 ha sido impulsado por cuatro factores principales, que incluye:la recuperación de las exportaciones, el aumento de la demanda interna y de lainversión extranjera directa (IED) y el bajo crecimiento el año pasado a causade los impactos negativos de la COVID-19.

En consecuencia, las exportaciones manufactureras fueronel principal motor del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Y aunque el crecimiento de las exportaciones se desacelere a medida que la demandamundial se debilita, las exportaciones seguirán contribuyendo al crecimiento enel futuro.
Además, se vio la fuerte recuperación de las ventasminoristas, que crecieron un 17 por ciento en octubre de 2022 en comparacióncon el mismo lapso del año pasado.
Durante los primeros 11 meses de 2022, los desembolsos deIED crecieron más del 15 por ciento que durante el mismo período de 2021.
Sobre las perspectivas para 2023, consideró que laeconomía vietnamita enfrentará muchas más dificultades debido a la fuertedesaceleración del crecimiento económico mundial. La pandemia de la COVID-19 infligiódaños duraderos y una combinación de shocks adicionales está arrastrando laeconomía mundial.
Concretizó varios factores negativos como las presionesinflacionarias persistentes, empeoramiento de las condiciones financieras y ladesaceleración económica en China y otras economías importantes. Además,añadió, varios bancos centrales endurecieron la política monetaria, lo cual puede conducir a una recesión económica mundial.
En este contexto, la economía vietnamita enfrentaráfuertes vientos en contra en 2023 tanto en el frente externo como interno,observó.
Los riesgos externos incluyen presiones inflacionariasglobales persistentes, endurecimiento monetario adicional y una desaceleracióneconómica más aguda de lo esperado de los principales socios comerciales deVietnam, así como interrupciones continuas en las cadenas globales de valor.
Internamente, la mayor inflación y la incertidumbreasociada con mayores riesgos en el sector financiero podrían afectar lasperspectivas de crecimiento.
Para gestionar estos desafíos, dijo Andrea Coppola, resulta importante que las autoridades adopten políticas de adaptación adecuadas con elcontexto cambiante. El Banco Central de Vietnam podría considerar permitir unamayor flexibilidad en el tipo de cambio, incluso a través de un ritmo más rápidode devaluación de la tasa de referencia, recomendó.
También, sugirió controlar el gasto público, priorizar losgastos en desarrollo de capital humano y acelerar la implementación deinversiones públicas seleccionadas con el mayor impacto esperado en elcrecimiento económico. La gestión eficaz de la inversión pública es fundamentalpara promover el crecimiento económico en un contexto inflacionario, recalcó.
En relación con la inversión pública, uno de los motoresimportantes del desarrollo socioeconómico, dijo, Vietnam debe resolver losproblemas de adquisición de tierras y reasentamiento, especialmente para los proyectosfinanciados por la asistencia oficial al desarrollo (AOD).
Al mismo tiempo, recomendó priorizar la modernización de lasinstituciones para evitar la trampa del ingreso medio al aumentar su capacidadpara responder a nuevos y complejos desafíos globales e internos.
Sobre las reformas institucionales, sugirió crear unancla institucional sólida que transforme las prioridades de desarrollo enacciones concretas; simplificar los procesos administrativos para aumentar laeficacia del gobierno en todos los niveles; usar instrumentos basados en elmercado para motivar a los actores públicos y privados; hacer cumplir lasnormas y reglamentos para mejorar la motivación, la confianza y la equidad; e involucrarseen procesos participativos para asegurar una mayor transparencia y rendición decuentas./.