Hanoi (VNA)- El economista principal y líder del programa para el crecimiento equitativo, las finanzas y las instituciones del Banco Mundial (BM) en Vietnam, Andrea Coppola, dio su valoración sobre los motores impulsores principales del país indochino en 2022 y las perspectivas de 2023.
El BM pronosticó que la economía vietnamita liderará la región de Asia Oriental-Pacífico con un crecimiento de 7,2 por ciento en 2022 y 6,7 por ciento en 2023.
Según el experto del BM, el sólido desempeño económico de Vietnam en 2022 ha sido impulsado por cuatro factores principales, que incluye: la recuperación de las exportaciones, el aumento de la demanda interna y de la inversión extranjera directa (IED) y el bajo crecimiento el año pasado a causa de los impactos negativos de la COVID-19.
En consecuencia, las exportaciones manufactureras fueron el principal motor del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Y aunque el crecimiento de las exportaciones se desacelere a medida que la demanda mundial se debilita, las exportaciones seguirán contribuyendo al crecimiento en el futuro.
Además, se vio la fuerte recuperación de las ventas minoristas, que crecieron un 17 por ciento en octubre de 2022 en comparación con el mismo lapso del año pasado.
Durante los primeros 11 meses de 2022, los desembolsos de IED crecieron más del 15 por ciento que durante el mismo período de 2021.
Sobre las perspectivas para 2023, consideró que la economía vietnamita enfrentará muchas más dificultades debido a la fuerte desaceleración del crecimiento económico mundial. La pandemia de la COVID-19 infligió daños duraderos y una combinación de shocks adicionales está arrastrando la economía mundial.
Concretizó varios factores negativos como las presiones inflacionarias persistentes, empeoramiento de las condiciones financieras y la desaceleración económica en China y otras economías importantes. Además, añadió, varios bancos centrales endurecieron la política monetaria, lo cual puede conducir a una recesión económica mundial.
En este contexto, la economía vietnamita enfrentará fuertes vientos en contra en 2023 tanto en el frente externo como interno, observó.
Los riesgos externos incluyen presiones inflacionarias globales persistentes, endurecimiento monetario adicional y una desaceleración económica más aguda de lo esperado de los principales socios comerciales de Vietnam, así como interrupciones continuas en las cadenas globales de valor.
Internamente, la mayor inflación y la incertidumbre asociada con mayores riesgos en el sector financiero podrían afectar las perspectivas de crecimiento.
Para gestionar estos desafíos, dijo Andrea Coppola, resulta importante que las autoridades adopten políticas de adaptación adecuadas con el contexto cambiante. El Banco Central de Vietnam podría considerar permitir una mayor flexibilidad en el tipo de cambio, incluso a través de un ritmo más rápido de devaluación de la tasa de referencia, recomendó.
También, sugirió controlar el gasto público, priorizar los gastos en desarrollo de capital humano y acelerar la implementación de inversiones públicas seleccionadas con el mayor impacto esperado en el crecimiento económico. La gestión eficaz de la inversión pública es fundamental para promover el crecimiento económico en un contexto inflacionario, recalcó.
En relación con la inversión pública, uno de los motores importantes del desarrollo socioeconómico, dijo, Vietnam debe resolver los problemas de adquisición de tierras y reasentamiento, especialmente para los proyectos financiados por la asistencia oficial al desarrollo (AOD).
Al mismo tiempo, recomendó priorizar la modernización de las instituciones para evitar la trampa del ingreso medio al aumentar su capacidad para responder a nuevos y complejos desafíos globales e internos.
Sobre las reformas institucionales, sugirió crear un ancla institucional sólida que transforme las prioridades de desarrollo en acciones concretas; simplificar los procesos administrativos para aumentar la eficacia del gobierno en todos los niveles; usar instrumentos basados en el mercado para motivar a los actores públicos y privados; hacer cumplir las normas y reglamentos para mejorar la motivación, la confianza y la equidad; e involucrarse en procesos participativos para asegurar una mayor transparencia y rendición de cuentas./.
El BM pronosticó que la economía vietnamita liderará la región de Asia Oriental-Pacífico con un crecimiento de 7,2 por ciento en 2022 y 6,7 por ciento en 2023.
Según el experto del BM, el sólido desempeño económico de Vietnam en 2022 ha sido impulsado por cuatro factores principales, que incluye: la recuperación de las exportaciones, el aumento de la demanda interna y de la inversión extranjera directa (IED) y el bajo crecimiento el año pasado a causa de los impactos negativos de la COVID-19.
El economista principal y líder del programa para el crecimiento equitativo, las finanzas y las instituciones del Banco Mundial (BM) en Vietnam, Andrea Coppola (Fuente:BM)
En consecuencia, las exportaciones manufactureras fueron el principal motor del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB). Y aunque el crecimiento de las exportaciones se desacelere a medida que la demanda mundial se debilita, las exportaciones seguirán contribuyendo al crecimiento en el futuro.
Además, se vio la fuerte recuperación de las ventas minoristas, que crecieron un 17 por ciento en octubre de 2022 en comparación con el mismo lapso del año pasado.
Durante los primeros 11 meses de 2022, los desembolsos de IED crecieron más del 15 por ciento que durante el mismo período de 2021.
Sobre las perspectivas para 2023, consideró que la economía vietnamita enfrentará muchas más dificultades debido a la fuerte desaceleración del crecimiento económico mundial. La pandemia de la COVID-19 infligió daños duraderos y una combinación de shocks adicionales está arrastrando la economía mundial.
Concretizó varios factores negativos como las presiones inflacionarias persistentes, empeoramiento de las condiciones financieras y la desaceleración económica en China y otras economías importantes. Además, añadió, varios bancos centrales endurecieron la política monetaria, lo cual puede conducir a una recesión económica mundial.
En este contexto, la economía vietnamita enfrentará fuertes vientos en contra en 2023 tanto en el frente externo como interno, observó.
Los riesgos externos incluyen presiones inflacionarias globales persistentes, endurecimiento monetario adicional y una desaceleración económica más aguda de lo esperado de los principales socios comerciales de Vietnam, así como interrupciones continuas en las cadenas globales de valor.
Internamente, la mayor inflación y la incertidumbre asociada con mayores riesgos en el sector financiero podrían afectar las perspectivas de crecimiento.
Para gestionar estos desafíos, dijo Andrea Coppola, resulta importante que las autoridades adopten políticas de adaptación adecuadas con el contexto cambiante. El Banco Central de Vietnam podría considerar permitir una mayor flexibilidad en el tipo de cambio, incluso a través de un ritmo más rápido de devaluación de la tasa de referencia, recomendó.
También, sugirió controlar el gasto público, priorizar los gastos en desarrollo de capital humano y acelerar la implementación de inversiones públicas seleccionadas con el mayor impacto esperado en el crecimiento económico. La gestión eficaz de la inversión pública es fundamental para promover el crecimiento económico en un contexto inflacionario, recalcó.
En relación con la inversión pública, uno de los motores importantes del desarrollo socioeconómico, dijo, Vietnam debe resolver los problemas de adquisición de tierras y reasentamiento, especialmente para los proyectos financiados por la asistencia oficial al desarrollo (AOD).
Al mismo tiempo, recomendó priorizar la modernización de las instituciones para evitar la trampa del ingreso medio al aumentar su capacidad para responder a nuevos y complejos desafíos globales e internos.
Sobre las reformas institucionales, sugirió crear un ancla institucional sólida que transforme las prioridades de desarrollo en acciones concretas; simplificar los procesos administrativos para aumentar la eficacia del gobierno en todos los niveles; usar instrumentos basados en el mercado para motivar a los actores públicos y privados; hacer cumplir las normas y reglamentos para mejorar la motivación, la confianza y la equidad; e involucrarse en procesos participativos para asegurar una mayor transparencia y rendición de cuentas./.
VNA