A nivel mundial, unos ocho millones de toneladas de plástico se vierten en losocéanos cada año, amenazando la vida marina y entrando en la cadena alimentariahumana, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Hasta el 60 por ciento de los residuos plásticos que se filtran a los océanospreviene de China, Indonesia, Filipinas, Tailandia y Vietnam, según un informede 2015 de la organización ambientalista Ocean Conservancy y el Centro McKinseyde Empresas y Medio Ambiente.
Las mencionadas cinco economías han "generado una demanda explosiva deproductos de consumo", señaló el informe, pero carecen de lainfraestructura de gestión de residuos para hacer frente al aumento de labasura plástica.
En Tailandia, el gobierno priorizó desde 2014 la gestión de residuos yestableció metas para 2021, que incluyen reducir el uso de bolsas y botellas deplástico en agencias gubernamentales y empresas, y prohibir ese material en losdestinos turísticos fijar un impuesto a las bolsas de plástico y reciclar hastaun 60 por ciento para 2021.
Otros gobiernos también han establecido objetivos ambiciosos. En ese sentido,Indonesia, en segundo lugar detrás de China en el estudio de 2015 dedesperdicios plásticos mal administrados de comunidades que viven cerca deáreas costeras en 192 países, ha prometido mil millones de dólares al año parareducir los desechos de ese material sintético en el mar en un 70 por cientopara 2025.
Por su parte, Filipinas no ha impuesto una prohibición nacional al empleo delas bolsas de plástico, pero algunas autoridades locales regulan su uso, entanto algunos centros comerciales las han reemplazado por las de papel y hanrecomendado las reutilizables.
Es probable que Malasia introduzca pronto una prohibición nacional sobre lasbolsas de plástico, revelaron funcionarios del gobierno.
Anchalee Pipattanawattanakul, una activista oceánica en el Sudeste de Asia,opinó que la región necesita una estrategia coordinada sobre los desechosplásticos.
Señaló que los países de la ASEAN son conscientes del problema, pero no existeun plan de acción que realmente disminuya su uso.
Susan Ruffo, directora gerente de iniciativas internacionales de OceanConservancy, afirmó que reconocer el impacto del desperdicio de plástico no essolo una responsabilidad de los gobiernos, sino también de las corporaciones,la sociedad civil y los ciudadanos en general. – VNA