Hanoi (VNA)- Ante el desarrollo fuerte de la cuarta Revolución Industrial, las actividades religiosas en las redes sociales se han tonado cada vez más abundantes y diversas, lo que requiere que las labores de gestión estatal en este campo deban tener una hoja de ruta y una estrategia al respecto.
El país cuenta con 16 religiones con 43 organizaciones reconocidas y más de 27 millones de seguidores, que representan el 28 por ciento de la población del país, 55 mil dignatarios y cerca de 30 mil establecimientos de ritos y cultos.
Se estima que el 95 por ciento de los pobladores vietnamitas tiene actualmente alguna creencia religiosa. Más de siete millones de personas siguen el catolicismo, mientras más de un millón profesan el protestantismo.
Frente al fuerte desarrollo de las plataformas digitales, las actividades religiosas en el ciberespacio constituyen uno de los aspectos sensibles que las fuerzas reaccionarias y antiestatales siempre intentan aprovechar para fracturar la gran unidad nacional.
Además de las religiones y las organizaciones reconocidas por el Estado, existen diversas actividades ilegales de este sector en Internet que usan nombres o se aprovechan de las creencias para distorsionar las enseñanzas de las religiones ortodoxas y difundir ¨la religión maligna¨, así como los malos contenidos contrarios a las buenas costumbres y tradiciones de la nación vietnamita.
Esas actividades no solo se han desarrollado en el país, sino también en el exterior con diversos contenidos, formas, organizaciones y grupos, entre los cuales se han encontrado elementos reaccionarios, hostiles y antiestatales.
A través de artimañas destinadas a influenciar a las masas y generar "escándalos" para atraer la atención de los pobladores, sujetos inescrupulosos han propagado la religión anti-ortodoxa y han provocado conflictos para intentar socavar la gran unidad nacional y difamar al Partido, el Estado y las políticas religiosas de Vietnam.
En particular, acusaron a menudo al gobierno de discriminar y reprimir la religión para incitar y dividir al país y desacreditar a Vietnam en la arena internacional, además de coordinar con individuos y organizaciones internacionales sin buena voluntad para distorsionar la situación de la libertad religiosa en el país indochino.
Ante esa situación, el doctor Bui Van Huan de la Escuela de Política de la provincia norteña de Bac Giang, destacó una serie de soluciones para mejorar la eficiencia de la gestión estatal en este campo.
Según Van Huan, es necesario intensificar la innovación de las labores de propaganda con formas adecuadas para que los usuarios de la red social puedan reconocer claramente las tramas y artimañas de esos elementos malintencionados, evitando así caer bajo el influjo de la "religión negativa¨ y cometer actos ilegales, además de promover el papel de los dignatarios en la lucha y prevención contra esas prácticas alejadas del bien en la comunidad religiosa.
Las agencias estatales deben perfeccionar las instituciones y documentos legales, así como organizar e implementar efectivamente la gestión sobre las actividades religiosas en el ciberespacio.
Van Huan también enfatizó la necesidad de manejar de forma proactiva las actividades religiosas ilegales, fortalecer las soluciones destinadas a prevenir los complots y actividades que aprovechan las creencias, religiones y libertad de expresión para oponerse al Partido y el Estado y dividir la solidaridad religiosa en el ciberespacio.
Por otro lado, recomendó promover el papel de la Conferencia Episcopal de Vietnam y el Consejo Ejecutivo de la Sangha Budista de Vietnam en la corrección de las actividades espirituales desviadas que tienen lugar en el internet.
También se debe mantener una relación de diálogo con el Vaticano sobre la situación de la religión católica en Vietnam, trabajar regularmente con el embajador de Estados Unidos y el jefe de la misión de la Unión Europea en Vietnam para intercambiar sobre los resultados de la implementación de las leyes vietnamitas en torno a la libertad de credo y religión, además de proporcionar las informaciones oficiales al respecto, apuntó Van Huan./.
El país cuenta con 16 religiones con 43 organizaciones reconocidas y más de 27 millones de seguidores, que representan el 28 por ciento de la población del país, 55 mil dignatarios y cerca de 30 mil establecimientos de ritos y cultos.
Se estima que el 95 por ciento de los pobladores vietnamitas tiene actualmente alguna creencia religiosa. Más de siete millones de personas siguen el catolicismo, mientras más de un millón profesan el protestantismo.
Frente al fuerte desarrollo de las plataformas digitales, las actividades religiosas en el ciberespacio constituyen uno de los aspectos sensibles que las fuerzas reaccionarias y antiestatales siempre intentan aprovechar para fracturar la gran unidad nacional.
Además de las religiones y las organizaciones reconocidas por el Estado, existen diversas actividades ilegales de este sector en Internet que usan nombres o se aprovechan de las creencias para distorsionar las enseñanzas de las religiones ortodoxas y difundir ¨la religión maligna¨, así como los malos contenidos contrarios a las buenas costumbres y tradiciones de la nación vietnamita.
Esas actividades no solo se han desarrollado en el país, sino también en el exterior con diversos contenidos, formas, organizaciones y grupos, entre los cuales se han encontrado elementos reaccionarios, hostiles y antiestatales.
A través de artimañas destinadas a influenciar a las masas y generar "escándalos" para atraer la atención de los pobladores, sujetos inescrupulosos han propagado la religión anti-ortodoxa y han provocado conflictos para intentar socavar la gran unidad nacional y difamar al Partido, el Estado y las políticas religiosas de Vietnam.
En particular, acusaron a menudo al gobierno de discriminar y reprimir la religión para incitar y dividir al país y desacreditar a Vietnam en la arena internacional, además de coordinar con individuos y organizaciones internacionales sin buena voluntad para distorsionar la situación de la libertad religiosa en el país indochino.
Ante esa situación, el doctor Bui Van Huan de la Escuela de Política de la provincia norteña de Bac Giang, destacó una serie de soluciones para mejorar la eficiencia de la gestión estatal en este campo.
Según Van Huan, es necesario intensificar la innovación de las labores de propaganda con formas adecuadas para que los usuarios de la red social puedan reconocer claramente las tramas y artimañas de esos elementos malintencionados, evitando así caer bajo el influjo de la "religión negativa¨ y cometer actos ilegales, además de promover el papel de los dignatarios en la lucha y prevención contra esas prácticas alejadas del bien en la comunidad religiosa.
Las agencias estatales deben perfeccionar las instituciones y documentos legales, así como organizar e implementar efectivamente la gestión sobre las actividades religiosas en el ciberespacio.
Van Huan también enfatizó la necesidad de manejar de forma proactiva las actividades religiosas ilegales, fortalecer las soluciones destinadas a prevenir los complots y actividades que aprovechan las creencias, religiones y libertad de expresión para oponerse al Partido y el Estado y dividir la solidaridad religiosa en el ciberespacio.
Por otro lado, recomendó promover el papel de la Conferencia Episcopal de Vietnam y el Consejo Ejecutivo de la Sangha Budista de Vietnam en la corrección de las actividades espirituales desviadas que tienen lugar en el internet.
También se debe mantener una relación de diálogo con el Vaticano sobre la situación de la religión católica en Vietnam, trabajar regularmente con el embajador de Estados Unidos y el jefe de la misión de la Unión Europea en Vietnam para intercambiar sobre los resultados de la implementación de las leyes vietnamitas en torno a la libertad de credo y religión, además de proporcionar las informaciones oficiales al respecto, apuntó Van Huan./.
VNA