Por tan significativo acontecimiento,todas las familias están ocupadas preparando una ofrenda para despedir aesos santos, conocidos también como las divinidades del hogar, quienessegún la leyenda montarán carpas al cielo para informar al Emperador deJade sobre el comportamiento de cada núcleo.
Esasdivinidades comprenden dos masculinas y una femenina quienes protegen atodos los miembros de la familia y persisten en el fuego de la cocinapara brindar a la felicidad y la salud.
Eneste día, se elaboran de manera cuidadosa las ofrendas, se queman lasropas hechas de papel, incluidos sombreros, mantos y calzados pararendir culto a esos dioses.
Con el deseo de hallarla buena suerte en el entrante año, es tradicional liberar carpas enlagos o ríos que sirvan como vehículo para el viaje de Ong Cong y OngTao.
Después de despedir a los dioses, las familiassiempre limpian y decoran sus casas por el advenimiento del Año NuevoLunar, con la creencia de que la purificación representa un buencomienzo.
En la víspera de Año Nuevo, los dos genios regresarán a la tierra para reanudar sus deberes de bendición a la casa.
En algunas zonas del país, se realiza otro rito para rendir culto aesos dioses. Sin embargo, a pesar de esas diferencias, esta costumbretradicional todavía representa una característica cultural que expresael respeto de los vietnamitas a la vida familiar.
El fuego de la cocina simboliza la reunión familiar, abundante cosechay desarrollo agrícola. Por eso, esta costumbre muestra las aspiracionesa la felicidad y prosperidad ante la llegada del Tet.