Manila (VNA)- Las fuerzas opositoras en Filipinas implementarán a partir de mañana un acuerdo de alto al fuego de una semana de duración para promover las conversaciones de paz con el gobierno filipino, prevista a efectuarse el lunes próximo en Oslo, Noruega.
Tal compromiso fue anunciado en respuesta de la decisión del presidente filipino, Rodrigo Duterte, de liberar a cabecillas de las rebeliones.
De acuerdo con lo programado, los recién liberados viajarán a Oslo para participar en las negociaciones de paz, que busca soluciones para poner fin a uno de los conflictos más duraderos en Asia.
En un comunicado emitido ayer, la plataforma que agrupa al Partido Comunista de Filipinas (CPP) exhortó al gobierno filipino respetar la tregua de fuego e instó a Duterte a liberar a otros 550 presos.
Hasta el momento, el nuevo presidente de Filipinas aún no ha reaccionado ante la propuesta.
En las últimas negociaciones de paz, efectuadas en 2013, el entonces presidente Benigno Aquino rechazó la similar solicitud de las fuerzas opositoras.
Según cálculos preliminares, los conflictos que duraron 47 años en Filipinas segaron la vida de unas 30 mil personas y afectaron negativamente al crecimiento de zonas rurales ricas en recursos naturales.
Tras la victoria en la carrera presidencial en mayo pasado, Duterte anunció un acuerdo de alto el fuego unilateral, cancelado cinco días más tarde, tras un ataque del grupo insurgente Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), brazo armado del CPP, que dejó muerto a un miliciano e hirió a otros cuatro.
El grupo insurgente ha realizado la lucha contra el gobierno en más de cuatro décadas, con operaciones principalmente en el Este y el Sur de Filipinas. Según estimaciones del ejército filipino, el NEP cuenta con menos de cuatro mil tiradores. – VNA