Las cazas Rafale de Francia, construidas por el grupo deaviación Dassault, hasta hace poco se consideraban la mejor opción de Malasia,ya que el país planeaba adquirie 18 nuevos aviones de combate en un acuerdopotencialmente valorado en más de dos mil millones de dólares, una de lasmayores ofertas de este tipo de Asia.
Sin embargo, las negociaciones sobre el tratado tienen uninconveniente después de que los legisladores europeos presionaron para dejarde usar aceite de palma en la producción de combustibles para vehículos.
En una reciente conferencia de prensa, el ministro deDefensa de Malasia, Hishammuddin Hussein, informó que los jets Rafale estáncompitiendo con los aviones de combate producidos por Reino Unido, que abandonóla UE.
La declaración de Hussein generó esperanzas para lacorporación británica BAE Systems, que ha mantenido una campaña coherente ypública durante casi una década para ganar el contrato de Malasia.
En abril del año pasado, el Parlamento Europeo aprobó unaresolución, que hizo hincapié en que el aceite de palma importado a la UE debeser certificado para cumplir con las normas relacionadas con la sostenibilidadambiental.
La decisión de la UE podría causar una pérdida dealrededor de 500 millones de dólares por el volumen de negocio anual de aceitede palma de Malasia.-VNA