
Los éxitos de Vietnam en sus programas de reducción de las carencias económicas de la sociedad fueron reconocidos en un artículo de las Naciones Unidas (ONU) titulado: “Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza: Nuevas Formas de Pobreza”.
La representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Hanoi, Ramla Khalidi, señaló en el texto que Vietnam es uno de los países líderes en la región Asia-Pacífico en aplicar métodos de medición de la pobreza en todas sus dimensiones para conseguir mejores resultados.
Explicó que su estrategia consiste en medir la pobreza no sólo en términos de ingresos sino también incluyendo aspectos como el acceso a la salud, la educación, el saneamiento y el agua potable.
De acuerdo con los datos oficiales citados por la especialista, la tasa de pobreza extrema en la nación del sudeste asiático ha disminuido del 45% en 1992 a sólo el 1% en la actualidad.
Un hito importante en la lucha contra la pobreza en el país fue que, en 2015, el Gobierno emitió un conjunto de criterios para medir la pobreza en la etapa 2016-2020, lo permitió pasar de modelos de medición incorrectos de este mal, que solo evaluaban los ingresos personales, a una evaluación de forma multidimensional.
Recalcó la analista que con ese nuevo paradigma se logró determinar un nuevo estándar de pobreza con criterios más altos para escapar de ella, de acuerdo con indicadores que miden los servicios sociales básicos como salud, educación, vivienda, agua potable y saneamiento e información.
Con la experiencia acumulada durante esos años, el programa de reducción de la pobreza para la etapa 2021-2025 ha cambiado fundamentalmente en términos de metas, requisitos y exigencias mayores que en períodos anteriores.
Actualmente, las nuevas medidas de disminución de la precariedad se centran no sólo en ayudar a los hogares pobres a tener suficientes comidas y ropas, sino también de garantizar que obtengan igual acceso a los servicios sociales básicos.
La representante del PNUD significó que el país indochino dedica anualmente gran cantidad de recursos para invertir en las tareas de apoyo, garantía del bienestar social, mejoramiento de la vida material y espiritual de los ciudadanos, movilizados desde las fuentes del presupuesto estatal y de otros niveles.
El ingreso per cápita en 1993 era de apenas 185 dólares, sin embargo, esta cifra en la actualidad asciende a los cuatro mil 650 dólares anuales. Otro indicador que muestra los resultados positivos del país es la tasa de hogares pobres, la cual disminuyó del 2,93% del 2022 al 1,1% en el año pasado.
Vietnam figura también como uno de los 25 países en reducir el Índice global de pobreza multidimensional (IPM) en un 50%, según las estadísticas expuestas por la representante del PNUD.
Según Ramla Khalidi, en el país del sudeste asiático también se evidencia un crecimiento económico rápido y sostenible, junto con la creación de empleo, factor que es la fuerza impulsora para la reducción de la pobreza.
Resaltó que otro aspecto que ha ayudado a disminuir el subempleo y el desempleo, y elevar la proporción de trabajadores con ingresos estables es el desarrollo constante de la agricultura, la manufactura y los servicios.
Puntualizó que el Gobierno ha desempeñado un papel crucial en la reducción de la miseria a través de programas nacionales específicos y sobre el desarrollo rural, así como planes generales para lograr la educación y la atención sanitaria universales.
Sin embargo, alertó que aparecen nuevas amenazas a la vida de las personas, lo que requiere el ajuste de las políticas para responder a estos desafíos, teniendo en cuenta las condiciones de grupo de atención.
Teniendo en cuenta que la pobreza extrema ha sido prácticamente eliminada en Vietnam, reflexionó, ahora el país se centra en abordar otras vulnerabilidades como los desafíos ambientales, los cambios demográficos, el desarrollo tecnológico y la desigualdad de género.
Agregó que el cambio climático elevará la frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, sequías e inundaciones, por lo que el Gobierno debe tener previstos programas de prevención y recuperación para que los más afectados se recuperen lo antes posible.
Calificó al supertifón Yagi como un llamado de atención sobre el poder destructivo de los fenómenos meteorológicos extremos, que causan enormes daños a la infraestructura y las condiciones de vida, especialmente para las personas que viven en zonas rurales y de difícil acceso.
Para disminuir los impactos de los desastres naturales, sugirió invertir en sistemas avanzados de alerta temprana e infraestructura y viviendas resistentes a las inundaciones, lo que puede ayudar a proteger a estas comunidades de caer en la pobreza.
El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se conmmemoró por primera vez el 17 de octubre de 1987, fue reconocido oficialmente por la Asamblea General de la ONU en 1992./.