Esa labor, junto con el cumplimiento de las leyes nacionales e internacionalessobre el respeto de los derechos humanos (DD.HH.) y garantía del carácterhumanitario socialista en el encarcelamiento, contribuye a evidenciar la buenatradición del pueblo vietnamita y la observancia de las pautas en el mundosobre los DD.HH. de las que el país indochino es parte firmante.
De acuerdo con la coronel Pham Thi Minh Hai, guardián adjunta del mencionadopresidio, actualmente se registran casi 200 presos foráneos de 21nacionalidades diferentes, de ellos, ocho sin precisar.
Las políticas, incluidas las aplicadas para las actividades cotidianas y laatención de salud, y también las normas sobre la visita familiar y el contactoconsular aplicados a ese grupo de confinados se cumplen en virtud de las leyes.Mientras, la consideración de la amnistía de los mismos también se contemplade la misma forma que ocurre con los presos vietnamitas.
Por otro lado, se garantizan los estándares relativos al espacio y los objetospersonales en las áreas dedicadas a esos prisioneros extranjeros.
En especial, en el período de la propagación del COVID-19, se presta asistenciaa aquellos que no han recibido respaldo de su familia o presentan dificultades.
Añadió que los familiares, al visitar a los suyos que se encuentran bajo la custodiade esta penitenciaría, se sienten tranquilos, gracias a las condiciones en esteestablecimiento.
Nicholas Stars, un nigeriano de 42 años de edad que ha cumplido cinco años desu pena, precisó que aún le queda una década en Z30D, pero patentizó que seesforzará para cumplir con las normas establecidas y poder beneficiarse así dela amnistía.
Compartió que, además de las buenas condiciones del lugar, los oficiales sonmuy amables y cada cuatro meses recibe una visita consular, mientras que sufamilia viene a verle cada uno o dos años.
Al lado de la garantía del cumplimiento de las leyes relativas y de losestándares sobre las actividades de necesidades personales, se llevan a cabotambién programas de formación vocacional y de educación cultural, así comoartísticos y deportivos, para respaldar a los presos en su futura reinserción,en pos de convertirse en personas útiles para la sociedad.
La incorporación a las actividades de producción ayuda a los prisioneros nosolo a entender el valor de las mismas, sino también a tener fe en una vida mejortras cumplir su condena.
Entre los presos en Z30D se encuentra Li Chun Ying, de China, quien expresó elagradecimiento a la Junta de guardianes y manifestó que se siente como sifueran miembros de la familia.
A su vez, la tailandesa Preayamooch destacó las buenas condiciones en estelugar, de manera totalmente distinta a lo que se imaginaba antes.
Además de ser beneficiada de las mismas políticas que los prisioneros vietnamitas,en los días festivos de Tailandia, como el Tet (Año Nuevo Lunar) y el DíaNacional, puede tomar jornadas de asueto e incluso, reciben platos exquisitos.
Por otro lado, se beneficia con un chequeo ordinario de salud y la atención delos profesionales cuando esté enferma.
Al considerar la educación y la reformación de los presos como una de lasmisiones clave, en pos de cambiar su pensamiento, actitud y conducta, la Juntade Guardianes de la cárcel Thu Duc se empeña en concientizar a los prisionerossobre las leyes y les enseñan también el idioma vietnamita.
El aprendizaje del vietnamita ayuda a los presos no solo a tener un lenguajecomún para la comunicación cotidiana, sino también a conocer las normas delestablecimiento y las leyes y políticas del Partido Comunista y el Estado deVietnam, paso que les respaldará a sentirse con quietud en el proceso dereformación y a cumplir las regulaciones, una de las condiciones importantespara beneficiarse de la amnistía.
Por otro lado, esa actividad apoya, además, a los presos foráneos a conocer mássobre el país, la cultura y las buenas tradiciones del país indochino.
De acuerdo con Peng Kang Yau, de Taiwán (China), aprender el vietnamita ayuda alos presos a comprenderse mejor entre sí y acceder a libros en la biblioteca,lo que cambiará su pensamiento y la actitud.
En tanto, la tailandesa Preayamooch notificó que las clases del idiomavietnamita le brindan más ánimo para la autosuperación y el cumplimiento de lasregulaciones, lo que favorecerá su futura integración en la sociedad, y reveló suplan de trabajar en algún asunto relativo a Vietnam una vez que regrese a supaís.
Con 19 años de su permanencia en el Z30D, el malasio Mohd Hafiz Gomez BinAbdullah, subrayó que se transformó gracias a la atención de los oficiales y elaprendizaje del vietnamita le ayuda a conocer mejor la cultura del paísindochino.
Por otro lado, expresó su impresión por la unidad, la tolerancia y ladisposición de los vietnamitas de compartir las dificultades, lo que seevidencia incluso en este lugar, a través de los lazos entre los prisioneros ytambién entre los presos y los oficiales.
La atención de los oficiales alienta a los reos a convertirse en personasútiles para la sociedad.
Antes de su retorno a Australia, Kevin Villia De Santos, quien cumplió su penade cuatro años y 11 meses, resaltó el trato equitativo a los presos, e inclusopor encima de lo que se esperaba, y remarcó que se sintió muy seguro durante supermanencia en esta penitenciaría.
Agradeció a la Junta de guardianes por su respaldo para poder participar en lasclases del idioma vietnamita y añadió que salió de la prisión en un estado desalud y mente positivo.
Según Minh Hai, pese a las múltiples dificultades, Z30D se esfuerza al máximopara ayudar a los reos a ser conscientes de sus faltas y a reformarse.
Remarcó que la penitenciaría no es un lugar para encarcelar a los presos, sinopara su educación, en pos de ayudarles a recuperar la confianza y rehacersu vida./.