Hanoi (VNA) – En un contexto marcado por numerosas fluctuaciones de la economía nacional e internacional, en 2025 el sector bancario continúa desempeñando un papel fundamental en la estabilización macroeconómica mediante la conducción proactiva y flexible de la política monetaria. Esta base de estabilidad se espera que genere margen para un crecimiento selectivo y sostenible de la economía en 2026.
El Banco Estatal de Vietnam (BEV) ha seguido reafirmando su papel como organismo regulador en la conducción de la política monetaria, el control macroeconómico y la estabilización de los mercados monetario y cambiario. En estrecha consonancia con la evolución económica interna y externa, esta institución financiera ha aplicado una política monetaria flexible, coordinada estrechamente con la política fiscal, con el objetivo de controlar la inflación y apoyar el crecimiento.
Según la gobernadora del BEV, Nguyen Thi Hong, todo el sector ha desplegado de manera sincronizada múltiples tareas clave, contribuyendo de forma importante a la estabilidad macroeconómica y al mantenimiento de los principales equilibrios de la economía.
Los indicadores económicos reflejan claramente la eficacia de esta conducción: el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el tercer trimestre alcanzó el 8,23%, mientras que en los primeros nueve meses se situó en el 7,85%; la inflación se mantuvo bajo control en el 3,29%, y los tipos de interés y el tipo de cambio permanecieron básicamente estables.
En un contexto en el que muchas economías de la región enfrentan fuertes presiones cambiarias, el mantenimiento de una relativa estabilidad del tipo de cambio entre el VND y el USD ha contribuido a reforzar la confianza del mercado.
Pham Chi Quang, jefe del Departamento de Política Monetaria del BEV, señaló que la autoridad monetaria ha gestionado el tipo de cambio de manera flexible, combinando de forma coordinada diversos instrumentos de política monetaria para absorber los choques externos. Hasta el 5 de diciembre de 2025, el tipo de cambio entre la moneda nacional y el USD aumentó alrededor de un 3,5% respecto a finales de 2024, mientras que el mercado cambiario continuó operando con normalidad.
En cuanto a los tipos de interés, el BEV los ha ajustado de forma flexible para garantizar la liquidez del sistema y reducir el costo del capital para la economía. En particular, frente a los impactos de los desastres naturales, el sector bancario implementó oportunamente diversas medidas de apoyo crediticio.
Desde julio de 2025, cerca de 250.000 clientes se vieron afectados por tormentas e inundaciones, con un saldo crediticio de aproximadamente 2,3 mil millones de USD. Las instituciones de crédito redujeron los tipos de interés entre 0,5 y 2 puntos porcentuales anuales para casi 24.000 clientes y, al mismo tiempo, desplegaron paquetes de préstamos para la recuperación posdesastre por un monto de unos 2,7 mil millones de USD.
Paralelamente a la conducción de políticas, se ha impulsado la mejora del marco institucional mediante la modificación de la Ley de Instituciones de Crédito y la Ley de Seguro de Depósitos, la promulgación de regulaciones sobre la gestión del mercado del oro y la aplicación de los estándares de seguridad de Basilea III, lo que ha contribuido a fortalecer la capacidad de gestión y la resiliencia del sistema bancario.
Sobre la base de la estabilidad macroeconómica, las actividades de los bancos comerciales registraron resultados positivos. Hasta el 27 de noviembre de 2025, el crédito total del sistema superó los 700 mil millones de USD, con un aumento del 16,56% respecto al inicio del año, cifra superior a la del mismo período del año anterior. Los flujos de capital continuaron priorizando la producción, los negocios y los sectores vinculados al desarrollo sostenible.
Numerosas instituciones de crédito cumplieron e incluso superaron sus planes de beneficios anuales. Los bancos comerciales de propiedad estatal mantuvieron su papel central, mientras que el bloque de bancos comerciales por acciones mostró un crecimiento destacado, acompañado de mejoras en la calidad del crecimiento, la gestión de riesgos y la diversificación de los ingresos no financieros.
De cara a 2026, el BEV seguirá priorizando la estabilidad macroeconómica y la seguridad del sistema. Según las entidades de análisis, las perspectivas del sector bancario siguen siendo favorables, aunque requieren cautela en la expansión del crédito y un control riguroso de los riesgos, especialmente en los ámbitos inmobiliario y de bonos corporativos.
El mensaje de conducción, subrayado por la gobernadora del BEV, es mantener firmemente la estabilidad macroeconómica y la seguridad del sistema bancario, al tiempo que se contribuye a impulsar un crecimiento económico rápido y sostenible, sentando las bases para un nuevo ciclo de desarrollo del país./.