Según el experto, la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 es sinprecedentes en la historia mundial por sus graves impactos en la economíaglobal, equiparable a los de la crisis económica de 1930.
De acuerdo con los pronósticos dados por el BAD el pasado 3 de abril, si laepidemia se controla en el segundo trimestre, el crecimiento de los países deAsia Oriental disminuirá del 5,4 por ciento en 2019 al 2 por ciento en 2020.
Para Vietnam, la cifra fue de 4,8 por ciento, un nivel más alto en Asia.Mientras, otros países en la ASEAN tienen pronosticados bajos crecimientos,como Malasia (0,5 por ciento), Filipinas (dos por ciento), Indonesia (2,5 porciento), y Tailandia (-2 por ciento).
Podría decir que la pandemia afecta fuertemente todas las "arterias"de la economía, desde la mano de obra, los servicios, el comercio, lainversión, el consumo, las cadenas de suministro y de valor, mientras laproducción ha sido suspendida o interrumpida.
Señaló que el número de empresas suspendidas de sus actividades en el primertrimestre de 2020 aumentó un 26 por ciento en comparación con el mismo lapsodel año previo, lo que produce una cantidad de trabajadores despedidos.
En este contexto, indicó, la economía digital, construida sobre la interacciónen medio de Internet, ha desarrollado fuertemente, sobre todo el comercioelectrónico, los servicios de distribución, educación, negocio, procedimientosadministrativos, e incluso servicios de salud, en línea.
La restricción de contactos también ha promovido el proceso de automatización,desde la esterilización en los hospitales hasta la entrega a través de robots,añadió.
El COVID-19 es un fuerte "impulso" para impulsar la economía digitalde Vietnam, dijo Cuong. Sin embargo, subrayó que ello requerirá cambiosprofundos en la relación entre clientes y productores, desde el marco legalhasta el nivel, las habilidades y la estructura de la economía.
A largo plazo después del COVID-19, es necesario garantizar que la economíadigital no solo sea una fuerza impulsora para un rápido crecimiento, sino quetambién debe proporcionar la base para un crecimiento amplio, sostenible einclusivo, analizó.
Hizo hincapié en que las naciones deben concentrarse en construir una economíaque no solo crezca rápido, sino que también pueda resistir fuertes crisis yluego adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias.
Estas perturbaciones serán más frecuentes debido a una mayor interdependencia yal cambio climático. Y para garantizar el desarrollo de la economía, elcrecimiento inclusivo, la seguridad alimentaria, energética, ambiental (agua,aire y tierra) y la seguridad social son los factores decisivos, sostuvo Cuong.
El experto del BAD elogió el lanzamiento rápido por el Gobierno vietnamita delos paquetes de ayuda económica (valorada en 13 mil millones de dólares), delbienestar social (dos mil 700 millones de dólares) y extensión de impuestos (sietemil 820 millones de dólares), para asistir a empresas y personas necesitadas.
Para hacer efectivos esas iniciativas, es importante acelerar el desembolso deesos paquetes, dijo, y recomendó que Vietnam construya un comité derecuperación económica post-epidemia, el cual asesorará los pasos para abrir laeconomía a mediano y largo plazo.
En cuanto a las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas, sugirió centrarsemás en el mercado interno; fortalecer la aplicación de la tecnologíainformática a la gestión, producción, comercialización y distribución; y aligual que con la economía, debe haber un plan de contingencia con grandescrisis para las enfermedades, la economía financiera, la energía, el cambioclimático y los desastres naturales.
Reveló que el BAD triplicó el paquete de asistencia para ayudar a los países enrespuesta a la pandemia de COVID-19, con un valor total de 20 mil millones dedólares./.