Hanoi (VNA)- El modelo económico de Vietnam en el futuro debe ser una economía capaz de responder rápidamente y hacer frente a las crisis económicas, financieras, epidémicas y naturales, valoró Nguyen Minh Cuong, experto del Banco Asiático de Desarrollo (BAD) en el país.
Cuong dio tal recomendación al compartir con la prensa sobre las valoraciones y pronósticos del BAD para Vietnam y la región en el periodo post-epidemia del COVID-19.
Según el experto, la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 es sin precedentes en la historia mundial por sus graves impactos en la economía global, equiparable a los de la crisis económica de 1930.
De acuerdo con los pronósticos dados por el BAD el pasado 3 de abril, si la epidemia se controla en el segundo trimestre, el crecimiento de los países de Asia Oriental disminuirá del 5,4 por ciento en 2019 al 2 por ciento en 2020.
Para Vietnam, la cifra fue de 4,8 por ciento, un nivel más alto en Asia. Mientras, otros países en la ASEAN tienen pronosticados bajos crecimientos, como Malasia (0,5 por ciento), Filipinas (dos por ciento), Indonesia (2,5 por ciento), y Tailandia (-2 por ciento).
Podría decir que la pandemia afecta fuertemente todas las "arterias" de la economía, desde la mano de obra, los servicios, el comercio, la inversión, el consumo, las cadenas de suministro y de valor, mientras la producción ha sido suspendida o interrumpida.
Señaló que el número de empresas suspendidas de sus actividades en el primer trimestre de 2020 aumentó un 26 por ciento en comparación con el mismo lapso del año previo, lo que produce una cantidad de trabajadores despedidos.
En este contexto, indicó, la economía digital, construida sobre la interacción en medio de Internet, ha desarrollado fuertemente, sobre todo el comercio electrónico, los servicios de distribución, educación, negocio, procedimientos administrativos, e incluso servicios de salud, en línea.
La restricción de contactos también ha promovido el proceso de automatización, desde la esterilización en los hospitales hasta la entrega a través de robots, añadió.
El COVID-19 es un fuerte "impulso" para impulsar la economía digital de Vietnam, dijo Cuong. Sin embargo, subrayó que ello requerirá cambios profundos en la relación entre clientes y productores, desde el marco legal hasta el nivel, las habilidades y la estructura de la economía.
A largo plazo después del COVID-19, es necesario garantizar que la economía digital no solo sea una fuerza impulsora para un rápido crecimiento, sino que también debe proporcionar la base para un crecimiento amplio, sostenible e inclusivo, analizó.
Hizo hincapié en que las naciones deben concentrarse en construir una economía que no solo crezca rápido, sino que también pueda resistir fuertes crisis y luego adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias.
Estas perturbaciones serán más frecuentes debido a una mayor interdependencia y al cambio climático. Y para garantizar el desarrollo de la economía, el crecimiento inclusivo, la seguridad alimentaria, energética, ambiental (agua, aire y tierra) y la seguridad social son los factores decisivos, sostuvo Cuong.
El experto del BAD elogió el lanzamiento rápido por el Gobierno vietnamita de los paquetes de ayuda económica (valorada en 13 mil millones de dólares), del bienestar social (dos mil 700 millones de dólares) y extensión de impuestos (siete mil 820 millones de dólares), para asistir a empresas y personas necesitadas.
Para hacer efectivos esas iniciativas, es importante acelerar el desembolso de esos paquetes, dijo, y recomendó que Vietnam construya un comité de recuperación económica post-epidemia, el cual asesorará los pasos para abrir la economía a mediano y largo plazo.
En cuanto a las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas, sugirió centrarse más en el mercado interno; fortalecer la aplicación de la tecnología informática a la gestión, producción, comercialización y distribución; y al igual que con la economía, debe haber un plan de contingencia con grandes crisis para las enfermedades, la economía financiera, la energía, el cambio climático y los desastres naturales.
Reveló que el BAD triplicó el paquete de asistencia para ayudar a los países en respuesta a la pandemia de COVID-19, con un valor total de 20 mil millones de dólares./.
Según el experto, la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 es sin precedentes en la historia mundial por sus graves impactos en la economía global, equiparable a los de la crisis económica de 1930.
De acuerdo con los pronósticos dados por el BAD el pasado 3 de abril, si la epidemia se controla en el segundo trimestre, el crecimiento de los países de Asia Oriental disminuirá del 5,4 por ciento en 2019 al 2 por ciento en 2020.
Para Vietnam, la cifra fue de 4,8 por ciento, un nivel más alto en Asia. Mientras, otros países en la ASEAN tienen pronosticados bajos crecimientos, como Malasia (0,5 por ciento), Filipinas (dos por ciento), Indonesia (2,5 por ciento), y Tailandia (-2 por ciento).
Podría decir que la pandemia afecta fuertemente todas las "arterias" de la economía, desde la mano de obra, los servicios, el comercio, la inversión, el consumo, las cadenas de suministro y de valor, mientras la producción ha sido suspendida o interrumpida.
Señaló que el número de empresas suspendidas de sus actividades en el primer trimestre de 2020 aumentó un 26 por ciento en comparación con el mismo lapso del año previo, lo que produce una cantidad de trabajadores despedidos.
En este contexto, indicó, la economía digital, construida sobre la interacción en medio de Internet, ha desarrollado fuertemente, sobre todo el comercio electrónico, los servicios de distribución, educación, negocio, procedimientos administrativos, e incluso servicios de salud, en línea.
La restricción de contactos también ha promovido el proceso de automatización, desde la esterilización en los hospitales hasta la entrega a través de robots, añadió.
El COVID-19 es un fuerte "impulso" para impulsar la economía digital de Vietnam, dijo Cuong. Sin embargo, subrayó que ello requerirá cambios profundos en la relación entre clientes y productores, desde el marco legal hasta el nivel, las habilidades y la estructura de la economía.
A largo plazo después del COVID-19, es necesario garantizar que la economía digital no solo sea una fuerza impulsora para un rápido crecimiento, sino que también debe proporcionar la base para un crecimiento amplio, sostenible e inclusivo, analizó.
Hizo hincapié en que las naciones deben concentrarse en construir una economía que no solo crezca rápido, sino que también pueda resistir fuertes crisis y luego adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias.
Estas perturbaciones serán más frecuentes debido a una mayor interdependencia y al cambio climático. Y para garantizar el desarrollo de la economía, el crecimiento inclusivo, la seguridad alimentaria, energética, ambiental (agua, aire y tierra) y la seguridad social son los factores decisivos, sostuvo Cuong.
El experto del BAD elogió el lanzamiento rápido por el Gobierno vietnamita de los paquetes de ayuda económica (valorada en 13 mil millones de dólares), del bienestar social (dos mil 700 millones de dólares) y extensión de impuestos (siete mil 820 millones de dólares), para asistir a empresas y personas necesitadas.
Para hacer efectivos esas iniciativas, es importante acelerar el desembolso de esos paquetes, dijo, y recomendó que Vietnam construya un comité de recuperación económica post-epidemia, el cual asesorará los pasos para abrir la economía a mediano y largo plazo.
En cuanto a las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas, sugirió centrarse más en el mercado interno; fortalecer la aplicación de la tecnología informática a la gestión, producción, comercialización y distribución; y al igual que con la economía, debe haber un plan de contingencia con grandes crisis para las enfermedades, la economía financiera, la energía, el cambio climático y los desastres naturales.
Reveló que el BAD triplicó el paquete de asistencia para ayudar a los países en respuesta a la pandemia de COVID-19, con un valor total de 20 mil millones de dólares./.
VNA