Pese a hacer frente a un rival fuerte, que se ubica en el cuarto lugar delranking mundial, los futbolistas vietnamitas rindieron una buena actuación enla que lograron resistir durante buena parte del encuentro los embates delequipo ruso, con una acertada estrategia defensiva.
En la segunda mitad, los discípulos del entrenador Sergey Skorovich aumentaron lapresión con numerosos disparos a la portería de Ho Van Y, por lo que terminarondecantando el marcador a su favor con los goles de Iván Chishkala, con undoblete, y Robinho.
Sin nada queperder, los jugadores vietnamitas reaccionaron yéndose al campo contrario,aunque los tantos de Pham Duc Hoa y Nguyen Dac Huy no bastaron para obrar el milagro de laremontada.
Si bien volvió a decir adiós a la Copa Mundial de Fútbol Sala en octavos, laselección vietnamita demostró un progreso notable respecto a su primera anterioren la edición de 2016 en Colombia, donde casualmente fue apeado también porRusia en la misma fase, pero con un marcador adverso de 0-7./.