Será difícil que Filipinas cumpla su meta de recibir a cinco millones de turistas extranjeros este año, debido a los daños causados por las calamidades naturales, anticipó el presidente del Comité Nacional de Promoción Turística, Domingo Enerio.

El paso del supertifón Haiyan que azotó el país el 8 de noviembre pasado y el sismo de 7,1 grados de Richter, ocurrido un mes antes, destruyeron una serie de zonas turísticas, lo que motivó la suspensión de la llegada planificada de muchos excursionistas foráneos, explicó.

El terremoto provocó 220 muertos y destruyó numerosas iglesias, instalaciones turísticas y carreteras en las islas de Cebu y Bohol, dos polos turísticos nacionales, mientras tanto el huracán dejó, según las últimas estadísticas, cinco mil 796 fallecidos, otros 27 mil heridos y mil 800 desaparecidos.

De enero a septiembre pasados, el archipiélago dio la bienvenida a tres millones 600 mil excursionistas, para una aumento interanual de 400 mil personas, no obstante, esos desastres naturales afectaron seriamente los programas turísticos en este último semestre que es tradicionalmente la época de mayor llegada extranjera, preció Enerio.

A pesar de los contratiempos, el gobierno de Manila insistió en su plan de acoger 10 millones turistas en 2016, en comparación con cuatro millones 300 mil en 2012.-VNA