Hanoi (VNA)- La pintora Dang Ai Viet realizó un viaje en motocicleta por todo el país durante 10 años, para conservar en sus cuadros, con todo amor y corazón, rostros de las madres heroicas vietnamitas.
Hasta la fecha, la artista pintó dos 400 retratos con el deseo de inmortalizar la imagen de las madres heroicas vietnamitas resilientes, virtuosas y capaces, para dejarlos como legado a las generaciones posteriores.
Dang Ai Viet, pintora de 72 años de edad, ha viajado por todo el país para dibujar los retratos de las Madres Heroicas vietnamitas.
Por los kilómetros que recorrió en su moto Charly por una década, se puede estimar que la artista ha transitado varias decenas de veces la longitud de esta franja de tierra que tiene la forma de la letra S. Tenía el plan de dibujar las madres heroicas vietnamitas desde 1995, pero no fue hasta 16 años después que finalmente lo llevó a cabo. Emprendió su andadura el 19 de febrero de 2010, al cumplir 62 años, acompañada de su moto Charly y cajas de pinturas y pinceles.
En 2010, 2011 y 2013, la artista fue reconocida por el Libro de los Récords de Vietnam y el Libro de los Récords de Asia como la primera mujer en utilizar una motocicleta Charly para viajar por las 63 provincias y ciudades del país, y crear retratos de madres heroicas. También tiene el récord de dibujar el mayor número de estas imágenes. Además, se convirtió en la primera artista femenina en recibir el título de Héroe del Trabajo en el período de la reforma (14 de abril de 2021). Esos reconocimientos son recompensas que le dedica la comunidad por sus esfuerzos.
Al realizar este viaje, el profundo deseo en su corazón no fue impulsado por la fama o la ganancia personal, sino más bien por su propósito de capturar la imagen de la madre vietnamita y preservarla para las generaciones futuras. La extraordinaria fuerza y resiliencia interior que permitieron a Viet superar las limitaciones de la edad y la salud, sin duda, deben haber tenido su origen en convicciones y valores sagrados profundamente arraigados.
Dang Ai Viet contó que una madre una vez le preguntó: “¿Quien te asignó para dibujar esos retratos?”. La pintora le respondió: “Mi corazón me lo asignó. Retrataré a madres heroicas vietnamitas mientras mi corazón lata en mi pecho”. Recrear estas imágenes es una manera de que Dang Ai Viet exprese su gratitud a la vida. “Me enorgullece preservar los retratos de las madres heroicas para las generaciones venideras”, confió.
Recuerda un viaje en el que llegó a zonas montañosas, cruzó pasos de montaña y alcanzó el punto más septentrional de Lao Cai, solo para descubrir que algunas de las madres de allí habían fallecido. U otra ocasión, cuando fue a ver a Nguyen Thi Nghi en la comuna de Dai Minh, Yen Binh (Yen Bai), y la mujer estaba gravemente enferma. No tenía intención de dibujarla inicialmente, pero sus hijos se lo pidieron, y acabó retratándola con lágrimas en los ojos.
La artista explicó que lo que refleja no es solo la expresión facial de estas mujeres, sino más bien su corazón y emociones. Por eso siempre establece una conexión íntima con ellas, para que puedan sentirse cómodas compartiendo sus pensamientos y sentimientos más íntimos.
Para la pintora, el tiempo también es un factor que impulsa su viaje. Siempre tiene prisa porque teme que “si me detengo a descansar, si las madres fallecen, entonces sería imposible capturar sus imágenes”.
El trabajo que ha emprendido, expresó, es una responsabilidad con su nación y una forma de agradecer a quienes se sacrificaron por el país. El viaje de la artista Dang Ai Viet es un poderoso testimonio de cómo difundir la compasión e inspiración, particularmente entre las generaciones más jóvenes, sobre los sueños, las aspiraciones y los ideales de la vida./.