De acuerdo con estadísticas oficiales, Vietnam cuenta con800 mil toneladas de bombas y minas remanentes de la guerra y casi 20 porciento de la superficie nacional, principalmente en la región central, está aúncontaminado por esos artefactos.
A pesar de que la guerra terminó hace muchas décadas, lasbombas restantes han quitado la vida de más de 50 mil personas y han herido aotras 60 mil, la mayoría de ellas fue sostén de la familia o niños, la futurageneración del país.
En los últimos años, el Gobierno vietnamita se haesforzado por aliviar las secuelas de las bombas y minas postguerra, con eldespliegue de un programa de acción nacional al respecto para el período2010-2025.
El Ministerio de Trabajo, Inválidos de Guerra y AsuntosSociales se encarga de celebrar actividades de movilización de capitales paralas personas afectadas y de divulgación de los impactos de esos artefactosexplosivos.
Sin embargo, la remediación de las consecuencias de lasbombas postguerra requiere grandes recursos materiales y humanos, y la cooperaciónentre organismos nacionales e internacionales.
En el seminario, los participantes discutieron medidaspara impulsar la implementación de proyectos en apoyo a las víctimas, incluidasu reintegración en la sociedad y la mejoría de su ingreso.
El desarrollo de centros de rehabilitación y el diseño depolíticas a favor de las víctimas de bombas también se encuentran en los debates.
Durante la pasada guerra en Vietnam, las tropas estadounidenseslanzaron 15 millones 350 mil toneladas de bombas y minas sobre el territoriodel país indochino.
Sólo en la batalla de 81 días en la ciudadela de QuangTri, en 1972, se bombardearon 328 mil toneladas de artefactos explosivos,equivalente a siete bombas atómicas como las que Estados Unidos lanzó sobre lasciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. – VNA