El informe “Taking stock”, publicado la víspera por la entidad bancaria,atribuye el buen desempeño económico de Vietnam a la capacidad de recuperacióntanto de su economía nacional como del sector externo.
Más allá de la contención de la pandemia mediante medidas audaces, tempranas yefectivas, el gobierno vietnamita ha utilizado sus políticas fiscales ymonetarias para brindar un respiro al sector privado y poner en marcha larecuperación, señala el documento.
Por ejemplo, precisa, el gasto público volvió a subir después de tres años deconsolidación fiscal, mientras que en los primeros nueve meses de 2020 seregistró un aumento interanual del 40 por ciento del desembolso de la inversiónpública.

Según el informe, el sector externo, el principal impulsor del crecimientoeconómico en Vietnam durante la última década, ha tenido un desempeñoexcepcionalmente bueno desde el comienzo de la crisis del COVID-19.
El país está a punto de reportar no solo su mayor superávit comercial, sinotambién un incremento en las reservas internacionales.
Las continuas entradas de inversión extranjera y el aumento constante de lasexportaciones compensaron con creces las pérdidas de ingresos en divisasderivadas de la disminución de las actividades turísticas y la reducción de lasremesas.
El balance indica que los inversores extranjeros han continuado inyectandocapital y/o trasladando sus actividades de producción a Vietnam, gracias a labuena gestión de la pandemia por parte del país indochino.
De cara al futuro, las perspectivas de Vietnam parecen positivas, ya que seprevé que la economía crezca aproximadamente 6,8 por ciento en 2021 y, a partirde entonces, se estabilice en alrededor del 6,5 por ciento.
Esta proyección asume que la crisis del COVID-19 se controlará gradualmente, enparticular mediante la introducción de una vacuna eficaz.
Sin embargo, el alcance y duración de la pandemia, así como sus impactoseconómicos, son difíciles de predecir y, por esta razón, no se puede descartarun escenario de menor crecimiento.
El informe enfatiza que Vietnam podría estar expuesto a riesgos fiscales,financieros y sociales que deberían requerir mayor atención por parte de lasautoridades.
“Vietnam se encuentra en una encrucijada de la recuperación pos-COVID-19 ytiene la oportunidad de encaminarse por un camino de desarrollo más ecológico,inteligente e inclusivo que reforzará la resiliencia ante futuras crisis depandemias y desastres relacionados con el clima”, dijo Carolyn Turk, directoradel BM para Vietnam.
El texto también ofrece una visión detallada sobre las herramientas de políticaque podría ayudar a Vietnam a estabilizar la economía, reducir las necesidadesde inversión en el próximo período y lograr los objetivos climáticos tanto acorto como a largo plazo.
Argumenta que la ambición de Vietnam de convertirse en una economía de altoingreso estará determinada no solo por su capacidad para salir con éxito de lacrisis de COVID-19, sino también por cómo gestionará sus recursos naturales ylos riesgos climáticos./.