Calle de antiguedades: matiz distintivo en Ciudad Ho Chi Minh hinh anh 1La calle de antigüedades Le Cong Kieu (Fuente:VNA)

Hanoi, 18 dic (VNA) Situada en el centro de Ciudad Ho Chi Minh, la calle de antigüedades Le Cong Kieu es conocida como un destino muy familiar para los coleccionistas e incluso comerciantes nacionales y regionales.

Al mencionar a Ciudad Ho Chi Minh, lo primero que aparece en la mente de cada persona sería la imagen de una urbe dinámica y bulliciosa. Sin embargo, la calle Le Cong Kieu dibuja un matiz totalmente diferente a esa representación.

A más de cien kilómetros del célebre mercado Ben Thanh, esta calle de solamente 200 metros se eterniza con el transcurso del tiempo por una serenidad particular y encierra en su seno un tesoro de numerosas historias interesantes.

Conocida como una de las vías más antiguas de la metrópolis, Le Cong Kieu era inicialmente un callejón anónimo. Luego, recibió en 1995 el nombre Le Cong Kieu, un jefe castrense vietnamita en el levantamiento contra los colonialistas franceses en la segunda mitad del siglo XIX.

Con un entorno amplio y tranquilo, tal parece que Le Cong Kieu es naturalmente nacida para el ambiente arcaico. Este lugar congrega un gran número de vendedores de objetos valiosos, creando un gremio especializado en el comercio de las antigüedades. Las tiendas dedicadas al comercio de ranciedades en este lugar se heredan de generación en generación.





Al recorrer por esta calle, los turistas no podrán escaparse de la atracción de la gran cantidad de objetos anticuados.


A diferencia con otras travesías, los visitantes pueden caminar en Le Cong Kieu en paz sin ninguna molestia ni resistencias de los vendedores. Para algunos turistas, venir hasta acá no es para buscar por objetos antiguos, sino simplemente para explotar los rasgos arquitectónicos descoloridos con el transcurro del tiempo o conocer la vida de los residentes en esta localidad.




Esa calle “meditativa” encierra en su seno objetos centenarios e incluso, milenarios que no llaman la atención de los contempladores con sonido o colores sino con su valor. Los coleccionistas tienen que estimar la preciosidad de estas reliquias con su propio conocimiento y capacidad. Los vendedores tampoco invitan a los clientes con una perseverancia como otros lugares, pero sí las puertas siempre están abiertas para ellos.

En caso de Nguyen Van Quynh, un coleccionista de antigüedades, la mayoría de su recopilación la consigue en esta calle.

Nguyen Van Quynh, presidente de la Asociación de Antigüedades de Ciudad Ho Chi Minh, destacó que " Consideramos esta calle un lugar ideal para buscar objetos vetustos a fin de satisfacer nuestra pasión. Para poder encontrar un objeto anticuado muy valioso, hay que conversar con los vendedores y expresarles nuestros deseos, puesto que no se expone afuera."

Existen personas que coleccionan varios tipos de ranciedades y hay aficionados que solo se dedica a una sola categoría, como lámparas, relojes, estatuas o cámaras. Para entender el valor de varios de los objetos recopilados por Nguyen Van Quynh, se requiere una explicación profunda.

"Es muy difícil valorar un artículo, porque puede resultar muy valioso para una persona pero no para los demás. Por ejemplo, yo recopilo estampillas y estoy buscando una última obra para completar mi colección, entonces esa pieza resultaría muy importante para mí. Puedo compararla de otra persona con un precio de 10 veces, e incluso de 100 veces de lo normal. Pero otra persona no se arriesga para obtenerla con ese precio.", remarcó Van Quynh.

Según Nguyen Van Sy, dueño de la tienda 21 en la calle Le Cong Kieu, t anto los comerciantes como los coleccionistas valoran una ranciedad basada en cuatro elementos: diseño, material, si es intacto o no y la época que data la obra.

Los que quieren aprender sobre las antigüedades tienen que tener pasión y conocimiento. Los vendedores y también aficionados de este arte entienden muy bien el valor de los objetos que buscan, el cual se radica en los ojos y el corazón de ellos mismos, agregó.

Cada artículo antiguo en la calle Le Cong Liem tiene su propio valor. Conocer distintas ranciedades es como un itinerario para explotar un mundo misterioso. Esta labor exige conocimiento y también el amor profundo en el corazón de los aficionados. -VNA