Así lo aseguró EzequielRamoneda, un reconocido especialista argentino en temas del SudesteAsiático, en diálogo con la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA) sobrela más reciente violación china a la soberanía marítima de Vietnam.
Ramoneda apoya la postura pacíficade Vietnam en el tratamiento de esta controversia con la nación vecina,al promover la negociación en base a los tratados legalesinternacionales.
Siendomiembro pujante de la Asociación del Sudeste de Asia (ASEAN), Vietnamcuenta con el apoyo del bloque, como se expresa en la declaración de sureciente cumbre en Nay Pyi Taw (Myanmar), enfatizó el coordinador delCentro de Estudios del Sudeste Asiático de la Universidad Nacional de laPlata.
Las argucias de baseeconómica presentadas por Beijing tienen poco asidero real, señaló elexperto, quien se desempeña como docente en varias universidadesargentinas.
China dispone de áreasdentro de su propia zona económica exclusiva donde tiene poco o nulosconocimientos sobre sus recursos energéticos y puede ubicar laplataforma petrolera allí para realizar actividades exploratorias, sinnecesidad de entrar en conflictos con otros países y arriesgarse a unacrisis diplomática, opinó.
Noobstante, colocó esa estructura en el lote 143, dentro de la zonaeconómica exclusiva y lecho continental marítimo de Vietnam, violentandosu soberanía y sin la menor sensibilidad con respecto al legítimoreclamo vietnamita sobre el archipiélago de Hoang Sa (Paracels), delcual Beijing se apoderó por la fuerza, afirmó.
De esto se desprende que las razones son más bien políticas.China busca hacer una clara demostración de fuerza para plantear susreclamos sobre la región, alertó.
La fecha en que Beijing instaló ese gigante ingenio móvil, el 2 de mayo, no es casual, observó.
En primer lugar, y por sobre todo, ha antecedido a la 24 reuniónde los líderes de la ASEAN, que tuvo lugar en Nay Pyi Taw, capital deMyanmar, los días 10 y 11 de este mes, manifestó.
En otras palabras, se trata de una clara exhibición de fuerzapara los 10 miembros de esta organización, es decir casi todos lospaíses del Sudeste Asiático, con varios de los cuales China mantieneotras disputas marítimas, abundó Ramoneda.
Y en segundo lugar, pero no de menor importancia, aconteció pocosdías después de la gira por Asia del presidente estadounidense, BarackObama, durante la cual visitó entre otros países Filipinas y Malasia,puntualizó.
El proceder chinoderiva indirecta e irresponsablemente de la competencia de poderesentre ambas potencias a través de su presencia en los países del SudesteAsiático, comentó.
Es unclaro rechazo a buscar una solución diplomática y pacífica de lasdisputas existentes, el cual lleva a una nueva escalada de tensiones ymayores riesgos de desestabilizar la región, advirtió.
La acción de Beijing es contraria a la Declaración sobre laConducta de las Partes que China y la ASEAN suscribieron en 2002, ytambién a los acuerdos entre los líderes de Vietnam y China sobre elarreglo de las controversias marítimas entre los dos países, subrayó.
China debe ceder y buscar unasolución diplomática y pacífica de esta discrepancia, aconsejó Ramoneda,para quien, el proceder chino presenta el grave riesgo de incrementarla escalada armamentista y una crisis diplomática regional.
Desde el punto de vista económico, aseveró, la movida de Beijingpodría desarticular acuerdos de libre comercio e integración firmadosentre la ASEAN y China.
Afectatambién los procesos actuales de negociación de la Asociación EconómicaIntegral Regional (RCEP), un acuerdo marco regional de comercio,encabezado por China, en beneficio de la Asociación EconómicaTrans-Pacífico (TPP), impulsada por Estados Unidos, añadió.
Los perjuicios económicos de una posible crisis política ydesencadenamiento de un conflicto militar por tratar de hacer valerunilateralmente por la fuerza su derecho ilegítimo sobre esas aguas paraadueñarse de los supuestos recursos energéticos, serían mucho mayorpara China, afirmó el profesor argentino.-VNA