El actual emplazamiento de la plataforma petrolera china Haiyang Shiyou-981 muy dentro de la zona económica exclusiva de Vietnam viola la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS).

Así lo aseguró Ezequiel Ramoneda, un reconocido especialista argentino en temas del Sudeste Asiático, en diálogo con la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA) sobre la más reciente violación china a la soberanía marítima de Vietnam.

Ramoneda apoya la postura pacífica de Vietnam en el tratamiento de esta controversia con la nación vecina, al promover la negociación en base a los tratados legales internacionales.

Siendo miembro pujante de la Asociación del Sudeste de Asia (ASEAN), Vietnam cuenta con el apoyo del bloque, como se expresa en la declaración de su reciente cumbre en Nay Pyi Taw (Myanmar), enfatizó el coordinador del Centro de Estudios del Sudeste Asiático de la Universidad Nacional de la Plata.

Las argucias de base económica presentadas por Beijing tienen poco asidero real, señaló el experto, quien se desempeña como docente en varias universidades argentinas.

China dispone de áreas dentro de su propia zona económica exclusiva donde tiene poco o nulos conocimientos sobre sus recursos energéticos y puede ubicar la plataforma petrolera allí para realizar actividades exploratorias, sin necesidad de entrar en conflictos con otros países y arriesgarse a una crisis diplomática, opinó.

No obstante, colocó esa estructura en el lote 143, dentro de la zona económica exclusiva y lecho continental marítimo de Vietnam, violentando su soberanía y sin la menor sensibilidad con respecto al legítimo reclamo vietnamita sobre el archipiélago de Hoang Sa (Paracels), del cual Beijing se apoderó por la fuerza, afirmó.

De esto se desprende que las razones son más bien políticas. China busca hacer una clara demostración de fuerza para plantear sus reclamos sobre la región, alertó.

La fecha en que Beijing instaló ese gigante ingenio móvil, el 2 de mayo, no es casual, observó.

En primer lugar, y por sobre todo, ha antecedido a la 24 reunión de los líderes de la ASEAN, que tuvo lugar en Nay Pyi Taw, capital de Myanmar, los días 10 y 11 de este mes, manifestó.

En otras palabras, se trata de una clara exhibición de fuerza para los 10 miembros de esta organización, es decir casi todos los países del Sudeste Asiático, con varios de los cuales China mantiene otras disputas marítimas, abundó Ramoneda.

Y en segundo lugar, pero no de menor importancia, aconteció pocos días después de la gira por Asia del presidente estadounidense, Barack Obama, durante la cual visitó entre otros países Filipinas y Malasia, puntualizó.

El proceder chino deriva indirecta e irresponsablemente de la competencia de poderes entre ambas potencias a través de su presencia en los países del Sudeste Asiático, comentó.

Es un claro rechazo a buscar una solución diplomática y pacífica de las disputas existentes, el cual lleva a una nueva escalada de tensiones y mayores riesgos de desestabilizar la región, advirtió.

La acción de Beijing es contraria a la Declaración sobre la Conducta de las Partes que China y la ASEAN suscribieron en 2002, y también a los acuerdos entre los líderes de Vietnam y China sobre el arreglo de las controversias marítimas entre los dos países, subrayó.

China debe ceder y buscar una solución diplomática y pacífica de esta discrepancia, aconsejó Ramoneda, para quien, el proceder chino presenta el grave riesgo de incrementar la escalada armamentista y una crisis diplomática regional.

Desde el punto de vista económico, aseveró, la movida de Beijing podría desarticular acuerdos de libre comercio e integración firmados entre la ASEAN y China.

Afecta también los procesos actuales de negociación de la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), un acuerdo marco regional de comercio, encabezado por China, en beneficio de la Asociación Económica Trans-Pacífico (TPP), impulsada por Estados Unidos, añadió.

Los perjuicios económicos de una posible crisis política y desencadenamiento de un conflicto militar por tratar de hacer valer unilateralmente por la fuerza su derecho ilegítimo sobre esas aguas para adueñarse de los supuestos recursos energéticos, serían mucho mayor para China, afirmó el profesor argentino.-VNA