La callede Hang Ma, en el Centro de esta capital, se convierte estos días en elescenario de una espectacular y emotiva fiesta, donde se venden juguetespara los infantes como tambores de madera, cabezas de unicornios, lasmáscaras de cartón y farolillos de colores de diferentes tamaños.
DuranteTet Trung Thu, los infantes cantan; bailan; llevan esos farolillos,cuyas formas más populares son de carpas y estrellas, y comen "banhnuong" (pastel al horno) y "banh deo" (pastel de pasta de arrozglutinoso dulce), también conocidos como pasteles de luna.
Esastortas son un bocadillo especial elaborado en forma de luna llena ysimbolizan la unión familiar, la felicidad y la perfección.
En elmercado se encuentra una diversa gama de sabores y aromas de ese dulcerelleno de pasta de frijoles dulces, yema de huevo, semillas de loto,pasta de piña, almendras y otros manjares.
Con el transcursodel tiempo, su elaboración se tiende a adaptar un poco la tradición algusto contemporáneo. Los mayores prefieren al sabor tradicional,mientras los jóvenes optan por el nuevo.
Además, en la festividadse realizaron las danzas del Dragón y del León en las calles, ypresentaron exhibiciones de arte marcial y ejecución de instrumentosmilenarios.
El festival está vinculado con la leyenda sobre ChuCoi, un joven que encontró un árbol mágico capaz de curar cualquierenfermedad y lo llevó para sembrar en su casa.
Un sabio le dijoque debe regar la planta con agua pura y cuando su esposa le echólíquido sucio accidentalmente, el árbol comenzó a volarse hacia elcielo. Chu Coi agarró sus raíces y fue arrastrado hasta la luna.
Sedice que en los días de luna llena, especialmente durante estefestival, todavía se le puede ver a Chu Cuoi con su árbol soñando envivir en la tierra. Es por ello que los niños recorren las calles conlos farolillos para mostrar a Chu Coi el camino de regreso a su casa.
Estefestejo hoy día es uno de los más populares en Viet Nam que tiene comoobjetivo fomentar el cariño a los pequeños y promover la educación, ladanza y las artes./.