Hanoi (VNA)– La primavera es conocida como la temporada de las festividades en Vietnam, que suman ocho mil 900, incluidos siete mil festivales tradicionales, los cuales constituyen un tesoro cultural inmaterial de la nación.
En los primeros días del nuevo año lunar el ambiente festivo se percibe en todas partes en esta sinuosa tierra, con banderas de cinco colores que ondulan en pagodas, templos y casas comunales, y el sonido alegre de los tambores y las canciones folclóricas.
De las celebraciones populares, las agrícolas se efectúan en los pueblos de arraigada tradición cultural, las de intercambio de amor se asocian con los conceptos de credo y matrimonio, las de recreación y artísticas ofrecen interpretación de canciones folclóricas, mientras las fiestas históricas evocan mediante las actuaciones los méritos de los antepasados, mientras los concursos populares son para exponer el talento de los participantes.
Sobre este rasgo cultural, el estudioso Vo Hong Thuat, del Museo de Etnología de Vietnam, explicó que entre los festivales agrícolas, el Tro Tram es uno de los más especiales con la procesión del arroz divino.
Precisó que escogen a una persona de una familia de condición y actitud impecable de la aldea, sin padecer sucesos lamentables como la muerte de algún familiar, y le encargan la siembra de las semillas de arroz en una parcela determinada. Esta persona no debe recurrir a los abonos para fertilizar su tierra durante el proceso de cultivo, ya que el arroz que se cosecha de esa parcela se destinará a las divinidades. Cuando madura el arroz, el hombre lo corta y lo cuelga en su casa. Se selecciona la espiga con las semillas más llenas y buenas para la procesión aldeana.
Con este rito, se espera que el pueblo consiga abundantes cosechas y una vida próspera. En esta creencia popular radica la faceta más marcada de la cultura folclórica y el culto al protector divino de la agricultura, subrayó.
Refiriéndose a los agricultores radicados en el delta del río Rojo en el norte de Vietnam, estos se dedican a las faenas del campo durante casi todo el año, menos el tiempo después de las cosechas de arroz en diciembre y enero y en junio y julio del calendario lunar.
En esta ocasión, las aldeas organizan las fiestas para responder a las exigencias espirituales y de entretenimiento de los lugareños. Se puede decir que el objetivo principal de estas festividades populares es enriquecer el conocimiento cultural de los campesinos, y recordar a las localidades que deben mantener y expresar gratitud a las generaciones precedentes, así como a las deidades protectoras del pueblo.
Aunque las fiestas tradicionales se celebran durante todo el año, se concentran más en la primavera, porque es la estación de intervalo entre dos cultivos de arroz Chiem y Mua, facilitando la organización y participación por parte de los aldeanos.
El mes de enero lunar tiene como signo zodiacal chino al Tigre, que representa la vitalidad. Este mes también da inicio a un período anual cuya bonanza es el deseo de todos. Se celebran las festividades orando las bendiciones de las deidades protectoras de la aldea para todo el año. Generalmente se celebran estas fiestas en enero, pero también en febrero, marzo y abril del calendario lunar.
Es fácil ver en un mapa esta coincidencia de fiestas populares en la primavera. Por otra parte, se puede apreciar el significado y el valor de los mensajes transmitidos a través de esas celebraciones, así como sus lecciones históricas.
Por ejemplo, la solemnidad Tich Dien Doi Son, en el distrito de Duy Tien, provincia de Ha Nam, que data del siglo X, reproduce la imagen del rey Le Dai Hanh y sus subordinados arando en el campo para promover la producción agrícola.
En tanto, la festividad de Giong, en la comuna de Phu Dong, distrito capitalino de Gia Lam, rememora los méritos del santo general Thanh Giong en la defensa nacional. Esta fiesta fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.
Por otra parte, la fiesta del Montículo de Dong Da se efectúa en el distrito homónimo, en Hanoi, para rendir tributo al Héroe- Rey Quang Trung y recordar su resonante victoria frente a los invasores foráneos.
Otra primavera ya llegó y se ha iniciado una nueva temporada de fiestas populares. En el subconsciente de los vietnamitas de hoy, la participación en estas festividades no solo significa disfrutar un ambiente festivo y la primavera, sino además, regresar a las raíces y la identidad cultural tradicional de la nación.-VNA