Hanoi (VNA) – El control de la proporción de sexos al nacer ha sido identificado como una tarea prioritaria dentro de la estrategia poblacional de Hanoi, ya que el desequilibrio sexual continúa siendo uno de los principales desafíos demográficos para muchas localidades de Vietnam, incluida la capital.
Mediante la aplicación de un conjunto de medidas coherentes, sostenidas en el tiempo e innovadoras, la ciudad ha logrado reducir gradualmente esta brecha, con el objetivo de restablecer un equilibrio natural, garantizar la estabilidad social y promover un desarrollo sostenible en los próximos años.
A pesar del sólido crecimiento socioeconómico y del aumento de la concienciación pública, los prejuicios tradicionales de género siguen presentes en algunas familias, ejerciendo presión sobre las mujeres para que tengan hijos varones.
Encuestas realizadas en diversos centros de salud indican que algunas parejas aún intentan influir de manera discreta en el sexo de sus hijos mediante creencias populares y el uso de servicios médicos no regulados, especialmente en hogares que ya tienen dos hijas.
Esta situación ha contribuido a la persistencia del desequilibrio sexual al nacer, distorsionando la estructura poblacional y generando posibles riesgos socioeconómicos a largo plazo.
Los expertos advierten que, sin un control eficaz, Vietnam podría enfrentarse pronto a un exceso de hombres en edad de contraer matrimonio, lo que derivaría en un aumento de problemas sociales como la trata de personas, la delincuencia, la inestabilidad familiar y otros desafíos demográficos de largo alcance.
No obstante, el cambio en las percepciones sociales ha generado señales alentadoras. Muchas familias reconocen hoy que tanto los niños como las niñas tienen el mismo valor. Para ellas, la felicidad no reside en perpetuar el linaje familiar, sino en criar hijos sanos, bien educados y solidarios, capaces de contribuir positivamente a la sociedad.
Paralelamente a esta evolución de mentalidades, la capital ha puesto en marcha una amplia gama de soluciones coordinadas para abordar el desequilibrio sexual al nacer.
Las campañas de comunicación se han intensificado a nivel comunitario, dirigidas a barrios residenciales, jóvenes, parejas próximas al matrimonio y mujeres en edad reproductiva.
Los mensajes sobre las consecuencias del desequilibrio de género se integran en campañas de salud y programas de planificación familiar, mientras que las actividades comunitarias continúan reforzando la conciencia sobre la igualdad de género y el valor de las hijas.
Asimismo, la ciudad ha implementado modelos de intervención eficaces, como el asesoramiento prematrimonial, la atención a la salud reproductiva de adolescentes y jóvenes, y la ampliación de los programas de detección.
Gracias a estas acciones, la proporción de sexos al nacer se redujo de 117,6 niños por cada 100 niñas en 2008 a 113 en 2018, y a alrededor de 110 niños por cada 100 niñas en 2025. Aunque se han logrado avances significativos, la cifra aún se mantiene por encima del nivel natural, lo que exige esfuerzos continuos y decididos.
Para el período 2026-2030, Hanoi ha definido una hoja de ruta clara con el fin de devolver gradualmente la proporción de sexos al nacer a un equilibrio natural.
El objetivo es frenar su aumento, reducirla en un promedio de 0,2 puntos porcentuales por año y garantizar que en 2030 no supere los 109 niños por cada 100 niñas. Varias localidades de la ciudad ya han registrado avances alentadores gracias a una comunicación proactiva, controles de salud y un seguimiento más estricto de las prácticas ilegales de selección del sexo.
Asimismo, en sitios específicos como la comuna de Phuc Thinh y el barrio de Cua Nam se han intensificado las actividades de sensibilización, reforzado los servicios de salud reproductiva y promovido una mayor participación ciudadana.
El personal sanitario y los responsables de población continúan impulsando una labor constante a nivel comunitario, orientada a eliminar los prejuicios de género y desalentar la selección del sexo. Estos esfuerzos también se centran en mejorar la calidad de la población mediante el asesoramiento prematrimonial, la detección prenatal y neonatal, y la provisión de un apoyo sensible al género para las familias.
De cara al futuro, Hanoi seguirá priorizando políticas que fomenten la igualdad de género, protejan los derechos reproductivos legítimos, prevengan las prácticas de selección por sexo y mejoren el equilibrio demográfico.
Alcanzar una proporción sexual natural requiere perseverancia, compromiso político y la cooperación de toda la sociedad.
Con medidas integrales, una mayor concienciación pública y la participación activa de las autoridades a todos los niveles, Hanoi está decidida a restablecer el equilibrio poblacional, fortalecer la equidad social y construir una capital más inclusiva, sostenible y humana./.
