Hanoi (VNA) - La Ley Tributaria número 71/2014/QH13, que trata los fertilizantes como un artículo libre de impuesto al valor agregado (IVA), se ha convertido en un arma de doble filo para Vietnam, ya que después de cinco años de implementación no ha reducido los precios de los fertilizantes nacionales, sino que ha obstaculizado la producción e inversión en el sector.
Con el objetivo de reducir los costos de producción de fertilizantes para ayudar a los agricultores a obtener mayores ganancias, la ley, que entró en vigor en enero de 2015, estipula que los fertilizantes y la maquinaria y equipos al servicio de la producción agrícola no están sujetos al IVA.
Esto se aplica a todos los procesos relevantes de importación, fabricación y comercio.
Sin embargo, según la Asociación de Fertilizantes de Vietnam, desde 2015, el costo de la urea, DAP, NPK y fertilizantes orgánicos ha aumentado en un cinco-ocho por ciento.
La eliminación del IVA sobre los fertilizantes también significa que las empresas de fertilizantes ya no pueden deducir el IVA que pagaron por los insumos y, en cambio, aumentar sus precios para obtener los mismos ingresos.
Mientras tanto, los fertilizantes importados se venden a precios más bajos que los de fabricación nacional, ya que los primeros disfrutan de una reducción del IVA del cinco por ciento. Si bien los países vecinos han adoptado políticas fiscales para apoyar a las empresas nacionales de fertilizantes, Vietnam debe reducir los aranceles de importación en virtud de sus compromisos en muchos acuerdos de libre comercio.
Esto ha afectado negativamente las ventas de los fertilizantes locales, ya que los productores luchan por competir con las importaciones, lo que obliga a muchos a reducir la producción.
Según las cifras del Departamento General de Aduanas de Vietnam, las importaciones de fertilizantes en 2014 (antes de que se introdujera la Ley 71) totalizaron solo 3,7 millones de toneladas.
A pesar del hecho de que las plantas de fertilizantes domésticos son totalmente capaces de suministrar volúmenes suficientes de fertilizantes de urea, fósforo y NPK al mercado local, desde 2015 Vietnam ha importado anualmente más de cuatro millones de toneladas por valor de mil 330 millones de dólares de China, Indonesia, Malasia, Filipinas, Rusia, Medio Oriente y otros lugares.
Las cifras del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural muestran que en 2018, el país gastó cerca de 70 millones de dólares en la compra de más de 600 toneladas de fertilizante de urea en el extranjero, principalmente Rusia y China.
En los primeros nueve meses de 2019, las importaciones registraron un crecimiento de dos dígitos.
Mientras tanto, las empresas de fertilizantes Ca Mau y Phu My, cuyos productos representan el 70 por ciento del mercado local, se han enfrentado a una serie de desafíos en términos de escasez de gas y precios más altos del mismo.
Hoang Van Cuong, miembro del Comité de Presupuesto Financiero de la Asamblea Nacional, valoró que la política de eliminación del IVA ha apoyado inadvertidamente las importaciones en lugar de la producción nacional.
Si se añadiera fertilizante a la lista de productos sujetos al IVA, las importaciones también compartirían el costo, señaló, y agregó que el impuesto puede aumentar los precios de los fertilizantes, pero también mejoraría la competitividad de las empresas nacionales.
Vietnam tiene aproximadamente 13 millones de hectáreas de tierra cultivable, con alrededor de siete mil marcas diferentes de productos fertilizantes ahora disponibles en el mercado.
A medida que aumentan los precios internos, los agricultores recurren a fertilizantes falsificados o importados de contrabando incluso.
Según el Ministerio de Industria y Comercio, su fuerza de gestión del mercado aborda unos tres mil casos relacionados con el contrabando y el fertilizante falso como promedio cada año.
Expertos indicaron que si el fertilizante falso causara daños de 200 dólares en cada hectárea, le costaría al sector agrícola de Vietnam unos dos mil 600 millones de dólares anuales.
Peor aún, reduciría la calidad de los productos agrícolas locales, en detrimento de las exportaciones.
El sector agrícola espera que la ley se modifique lo antes posible, ya que la dependencia de los fertilizantes importados no puede garantizar un crecimiento sostenible.
Los cambios apropiados estimularían el desarrollo de los productores nacionales, creando condiciones favorables para que apliquen avances tecnológicos en la producción y generen artículos de calidad./.
Con el objetivo de reducir los costos de producción de fertilizantes para ayudar a los agricultores a obtener mayores ganancias, la ley, que entró en vigor en enero de 2015, estipula que los fertilizantes y la maquinaria y equipos al servicio de la producción agrícola no están sujetos al IVA.
Esto se aplica a todos los procesos relevantes de importación, fabricación y comercio.
Sin embargo, según la Asociación de Fertilizantes de Vietnam, desde 2015, el costo de la urea, DAP, NPK y fertilizantes orgánicos ha aumentado en un cinco-ocho por ciento.
La eliminación del IVA sobre los fertilizantes también significa que las empresas de fertilizantes ya no pueden deducir el IVA que pagaron por los insumos y, en cambio, aumentar sus precios para obtener los mismos ingresos.
Mientras tanto, los fertilizantes importados se venden a precios más bajos que los de fabricación nacional, ya que los primeros disfrutan de una reducción del IVA del cinco por ciento. Si bien los países vecinos han adoptado políticas fiscales para apoyar a las empresas nacionales de fertilizantes, Vietnam debe reducir los aranceles de importación en virtud de sus compromisos en muchos acuerdos de libre comercio.
Esto ha afectado negativamente las ventas de los fertilizantes locales, ya que los productores luchan por competir con las importaciones, lo que obliga a muchos a reducir la producción.
Según las cifras del Departamento General de Aduanas de Vietnam, las importaciones de fertilizantes en 2014 (antes de que se introdujera la Ley 71) totalizaron solo 3,7 millones de toneladas.
A pesar del hecho de que las plantas de fertilizantes domésticos son totalmente capaces de suministrar volúmenes suficientes de fertilizantes de urea, fósforo y NPK al mercado local, desde 2015 Vietnam ha importado anualmente más de cuatro millones de toneladas por valor de mil 330 millones de dólares de China, Indonesia, Malasia, Filipinas, Rusia, Medio Oriente y otros lugares.
Las cifras del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural muestran que en 2018, el país gastó cerca de 70 millones de dólares en la compra de más de 600 toneladas de fertilizante de urea en el extranjero, principalmente Rusia y China.
En los primeros nueve meses de 2019, las importaciones registraron un crecimiento de dos dígitos.
Mientras tanto, las empresas de fertilizantes Ca Mau y Phu My, cuyos productos representan el 70 por ciento del mercado local, se han enfrentado a una serie de desafíos en términos de escasez de gas y precios más altos del mismo.
Hoang Van Cuong, miembro del Comité de Presupuesto Financiero de la Asamblea Nacional, valoró que la política de eliminación del IVA ha apoyado inadvertidamente las importaciones en lugar de la producción nacional.
Si se añadiera fertilizante a la lista de productos sujetos al IVA, las importaciones también compartirían el costo, señaló, y agregó que el impuesto puede aumentar los precios de los fertilizantes, pero también mejoraría la competitividad de las empresas nacionales.
Vietnam tiene aproximadamente 13 millones de hectáreas de tierra cultivable, con alrededor de siete mil marcas diferentes de productos fertilizantes ahora disponibles en el mercado.
A medida que aumentan los precios internos, los agricultores recurren a fertilizantes falsificados o importados de contrabando incluso.
Según el Ministerio de Industria y Comercio, su fuerza de gestión del mercado aborda unos tres mil casos relacionados con el contrabando y el fertilizante falso como promedio cada año.
Expertos indicaron que si el fertilizante falso causara daños de 200 dólares en cada hectárea, le costaría al sector agrícola de Vietnam unos dos mil 600 millones de dólares anuales.
Peor aún, reduciría la calidad de los productos agrícolas locales, en detrimento de las exportaciones.
El sector agrícola espera que la ley se modifique lo antes posible, ya que la dependencia de los fertilizantes importados no puede garantizar un crecimiento sostenible.
Los cambios apropiados estimularían el desarrollo de los productores nacionales, creando condiciones favorables para que apliquen avances tecnológicos en la producción y generen artículos de calidad./.
VNA