Durante más de 20 años transcurridos, Vietnam posee un total de dieciséis patrimonios mundiales tangibles e intangibles reconocidos por la UNESCO, mientras cuatro tesoros documentales nacionales entraron en la lista del Registro de la Memoria del Mundo.

Cada vez que recibe un reconocimiento, el país tiene la oportunidad de divulgar su valioso patrimonio a amigos extranjeros, captando así más ayuda internacional a la conservación de este tesoro y atrayendo a más turistas.

De acuerdo con estadísticas de la UNESCO, los sitios patrimoniales en el mundo reciben a más de mil millones de visitantes cada año y en Vietnam, el número de viajeros a esos lugares ha experimentado un ascenso notable.

Por ejemplo, el conjunto de reliquias de la ciudad imperial de Hue y la Bahía de Ha Long, en la provincia norteña de Quang Ninh, acogen anualmente a dos millones de excursionistas, un crecimiento impresionante comparado con los diez mil registrados en el año de su inscripción a lista de patrimonios (1993 y 1994, respectivamente).

Mientras tanto, cada año un millón 500 mil de personas visitan el casco antiguo de Hoi An, en la provincia central de Quang Nam, y en otro sitio, la Ciudadela de la dinastía Ho (1400 – 1407) en la norteña de Thanh Hoa, las llegadas anuales se dispararon de unos miles a 60 mil, sólo en un año después de su reconocimiento como Patrimonio Cultural Mundial en 2011.

El creciente flujo de viajeros ha contribuido al desarrollo del turismo y los sectores relacionados, generando más empleos e ingresos para la población local.

Simultáneamente, el gobierno vietnamita promulgó una serie de documentos legales sobre la gestión, conservación y remodelación de los patrimonios nacionales en general, y de los mundiales en el país en particular.

Diversos planes integrales para la preservación fueron elaborados y materializados, incluido un programa valorado en unos 61 millones de dólares para la restauración de Hue hasta 2020 y otro de protección ambiental hasta 2020, con vista hacia 2030, en Ha Long.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y numerosas instituciones internacionales han proporcionado valiosas asistencias, tanto financieras como técnicas, para labores de preservación en Vietnam.

Al lado de esos beneficios, el país encuentra varias dificultades en la búsqueda de una solución apropiada para conservar los patrimonios y, al mismo tiempo, sacar provecho de ellos.

La escasez de finanzas es un problema destacado, ya que las actividades de preservación requieren un gran capital, mientras se registra la falta de habilidades técnicas y el dominio de idiomas extranjeros del personal, así como el flujo masivo de turistas son otros desafíos.

En un seminario recién organizado para desarrollar una estrategia de divulgación de los tesoros mundiales en Vietnam, el subjefe del Departamento de Patrimonios Culturales Nong Quoc Thanh enfatizó que el principal objetivo del reconocimiento de la UNESCO debe ser elevar la conciencia pública de la protección y desarrollo de los valores patrimoniales.

Un representante de la oficina en el país de la organización internacional recomendó que mediante el uso eficiente de las herramientas de comunicación, Vietnam pueda mejorar el comportamiento de turistas en esos sitios e impulsar el involucramiento de la comunidad en su conservación.

Los ocho patrimonios culturales y naturales mundiales en Vietnam son el complejo de reliquias de Hue (reconocido en 1993), la Bahía de Ha Long (1994), el casco antiguo de Hoi An (1999), el Santuario de My Son (1999), el Parque Nacional de Phong Nha – Ke Bang (2003), el sector central de la Ciudadela Imperial de Thang Long – Hanoi (2010), la Ciudadela de la dinastía Ho (2011) y el conjunto de paisajes de Trang An (2014).

Las herencias inscritas en la lista de patrimonios intangibles de la humanidad son Nha Nhac (música cortesana), el espacio de la cultura de Gongs, Ca Tru (canto ceremonial), Quan Ho (canto alternativo), Xoan (canto popular), el Festival Giong (Santo Giong), los ritos dedicados a los reyes Hung y Don Ca Tai Tu (cantos de aficionados del Sur).

Los cuatro tesoros documentales integrados en la lista del Registro de la Memoria del Mundo son los documentos administrativos oficiales y la colección de grabados en madera de la dinastía Nguyen (1802 – 1945), los grabados xilográficos en la pagoda de Vinh Nghiem y las estelas en el Templo de la Literatura Van Mieu – Quoc Tu Giam.

Además, ocho reservas de biosfera del mundo fueron nombradas en el país desde 2000, las cuales extienden sobre un total de tres millones de hectáreas de zonas marinas y terrestres: Can Gio (2000), Cat Tien (2001), el archipiélago de Cat Ba (2004), el Delta del Río Rojo (2004), Kien Giang (2006), la parte meridional de Nghe An (2007), Cu Lao Cham – Hoi An (2009) y el Cabo de Ca Mau (2009). – VNA