El presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado italiano, Pier Ferdinando Casini, expresó su profunda preocupación por los actos de China en el Mar Oriental después de la instalación ilegal de una plataforma de perforación en aguas de Vietnam.

En su intervención en un seminario ayer sobre las leyes marítimas internacionales, el senador reiteró la necesidad de resolver la cuestión del Mar Oriental a través de medidas y diálogos pacíficos, sobre la base de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982.

Confirmó el apoyo de su comité de la declaración del 8 de mayo de la Alta Comisión de la Unión Europa para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, en la cual subrayó que las acciones unilaterales podrían afectar la seguridad en la región.

El 16 de mayo, el diputado Enzo Amendola del Partido Demócrata declaró que todas las acciones unilaterales en el Mar Oriental amenazarán gravemente la seguridad en la región, uno de los centros económicos del mundo.

Según él, para eliminar las tensiones en esta zona, las partes involucradas deben buscar soluciones pacíficas y de cooperación en consonancia con las leyes internacionales, en especial la UNCLOS, a fin de seguir garantizando la libre navegación.

El 14 de mayo, el senador Antonio Razzi exhortó a la ministra de Relaciones Exteriores de Italia, Federica Mogherini, a emitir con prontitud orientaciones del gobierno en relación con los recientes sucesos en el mar del Este.

La Corporación Nacional de Petróleo Submarino de China emplazó el 2 de mayo la perforadora Haiyang Shiyou – 981 en una zona a 15 grados 29 minutos 58 segundos de latitud Norte y 111 grados 12 minutos 6 segundos de longitud Este, ubicada absolutamente en la zona económica exclusiva y la plataforma continental de Vietnam, a unas 120 millas náuticas de su costa.

A finales de mayo, China ancló esa perforadora a la zona de 15 grados 33 minutos 22 segundos de latitud Norte y 111 grados 34 minutos 36 segundos de longitud Este, a 25 millas náuticas al Este -Sureste de la isla de Tri Ton del archipiélago de Hoang Sa (Paracels) de Vietnam y a 23 millas náuticas al Este-Noreste de la ubicación anterior.

El gobierno chino movilizó numerosos barcos armados, incluidos militares, para escoltar su plataforma y prohibió además ilegalmente a las embarcaciones de otros países navegar en la zona a tres millas náuticas de esa plataforma.

Esos navíos acompañantes realizaron agresivos ataques, como el uso de cañones de agua de alta presión y choques físicos a las embarcaciones oficiales y civiles de Vietnam, causando múltiples lesiones humanas y pérdidas materiales.

Esa acción unilateral constituye una grave violación a la soberanía, los derechos jurisdiccionales de Vietnam, refrendados en la UNCLOS y va en contra de las leyes internacionales y la Declaración de Conducta en el Mar Oriental entre la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia y China (DOC), firmada en 2002.

También hiere los sentimientos sagrados entre los dos pueblos y genera una profunda indignación en todos los vietnamitas y los amantes de la paz y la justicia en el mundo. – VNA