Hanoi- Vietnam se encuentra actualmente en una encrucijada demográfica que podría dañar su desarrollo económico y social en las próximas décadas, pues desde que el país entró en la fase de población envejecida en 2011, se ha registrado una aceleración demográfica sin precedentes.
En estos momentos, el 67.4% de la población tiene entre 15 y 64 años, el 23.3% es menor de 15 años y el 9.3% tiene 65 años o más. Se espera que para 2036 Vietnam se convierta en una “sociedad envejecida”, este pronóstico plantea importantes desafíos para las políticas públicas.
Según la profesora asociada Phan Le Thu Hang, del Ministerio de Salud, en 2024, había 14.2 millones de personas mayores de 60 años, y se estima que esta cifra llegará a casi 18 millones para 2030.
Alertó que buscar soluciones integrales resulta aún más urgente por la acelerada velocidad a que envejece la sociedad vietnamita.
Mientras países desarrollados como Francia y Suecia tardaron entre 85 y 115 años en hacer esta transición, Vietnam la completará en apenas un cuarto de siglo, un ritmo similar al de Japón y Tailandia.
De acuerdo con la analista, este proceso apresurado es impulsado por dos factores principales: el aumento de la esperanza de vida y la caída de la tasa de fertilidad.Específicamente, la esperanza de vida promedio en Vietnam aumentó de 65.5 años en 1993 a 74.7 años en 2024, un gran logro para un país de ingresos medios. Al mismo tiempo, la tasa de fertilidad cayó a un nivel históricamente bajo de 1.91 hijos por mujer, inferior al nivel de reemplazo, según el censo realizado en 2024.
La experiencia internacional indica que revertir esta tendencia es sumamente complejo.
Más allá de los números, el envejecimiento apresurado tiene implicaciones severas en varios aspectos de la vida social, política y económica del país. Por ejemplo, representa un desafío estructural, debido a la descoordinación entre el ritmo del envejecimiento poblacional y la capacidad financiera del país para sostener a ciudadanos de la tercera edad.
De acuerdo con los pronósticos, Vietnam será "viejo antes de ser rico", pues entrará en la fase de población envejecida casi una década antes de alcanzar el estatus de país de altos ingresos, pronosticado para 2045.Esta compleja dinámica demográfica afectará sectores clave como la salud pública, el mercado laboral, la seguridad social y la estabilidad macroeconómica.
Los adultos mayores requieren más atención médica, la cual es costosa y puede tensionar un sistema de salud que depende en gran medida de hospitales, los cuales no siempre son eficientes o rentables.
Asimismo, el incremento de los costos farmacéuticos y las ineficiencias operativas podrían poner en riesgo las finanzas públicas.Para responder de manera proactiva a esta situación, Vietnam ya ha tomado algunas medidas, como reformas en la seguridad social y el sistema de salud, pero aún es necesario transformar estas políticas en programas prácticos y escalables.

Le Thu Hang reiteró la necesidad de una reforma integral y multisectorial que integre el desarrollo económico, el mercado laboral, los salarios, la inversión, la red de seguridad social y la atención sanitaria.Recomendó además incrementar el ahorro individual y público, fundamentalmente durante el período actual de “bono demográfico”, cuando la mayoría de la población está en edad laboral. En opinión de la experta, los salarios deben cubrir no solo el costo mínimo de vida, sino también permitir un margen para el ahorro.
Sugirió también mejorar la disponibilidad y calidad de instrumentos financieros a largo plazo, como seguros para ancianos, inversiones inmobiliarias y fondos de inversión.En materia de política laboral, propuso enfocarse en elevar la productividad invirtiendo en las habilidades, la salud y el impulso de los trabajadores, e impulsar la participación activa de los adultos mayores en empleos adecuados para su edad.
Recalcó además la importancia de cambiar la percepción pública sobre el envejecimiento, animando a la población a prepararse para esta etapa de la vida desde temprano, en términos financieros, físicos y emocionales.
En materia de seguridad social, significó, el Gobierno debe construir un sistema con múltiples niveles y pilares, que garantice cobertura amplia y asegure la sostenibilidad del fondo de seguro social mediante la diversificación y mejora de su cartera de inversiones, priorizando a sectores prometedores y de bajo riesgo como la atención médica.
Además de todas es medidas, agregó, resulta crucial desarrollar la industria del cuidado a personas mayores, brindando servicios y productos adaptados a sus necesidades.
Significó que Vietnam debe fortalecer la cooperación internacional en sectores donde tiene fortalezas, como la enfermería y la asistencia social; y además el sistema de salud debe adaptarse a este nuevo escenario, incrementando la financiación pública, promoviendo el seguro de cuidado a largo plazo, la salud preventiva y el uso de tecnologías digitales.El acelerado envejecimiento poblacional en Vietnam es un desafío complejo que requiere una respuesta urgente, integral y coordinada para garantizar un futuro sostenible y equitativo para todos los grupos etarios./.