Esa zona sufrió pérdidas graves en losúltimos tres años, debido a la variación climática, la sequía y la salinizaciónprolongada, de acuerdo con un artículo publicado por el periódico electrónicoNhan Dan.
Los resultados del análisis del modelo de cultivo del Instituto de MedioAmbiente Agrícola muestran que la entrada de agua salada en el delta del Mekongcausa sequías en una escala cada vez más amplia, que afectan especialmente lacosecha de arroz de invierno-primavera.
El agua salada desbordada daña los cultivos en vastos campos, además deprovocar la escasez de agua potable en zonas residenciales.
Los impactos de la transformación climática en la región se ven cada vez másclaros. Si en 2016, el daño por sequías fue más de 732 millones de dólares, soloen los cinco primeros meses de 2017, las pérdidas alcanzaron casi 340 millonesde dólares.
El año pasado, los desastres naturalesgeneraron daños económicos estimados en 646 millones de dólares.
Detrás de estas estadísticas está el riesgo de la pérdida de tierrascultivables, que empujará a los agricultores a la pobreza y hará insosteniblela agricultura del delta del río Mekong.
Por tal razón, la elaboración de un plan detallado de adaptación y respuesta alcambio climático, y a la subida del nivel del mar es una cuestión apremiante.
Consciente de los desafíos del cambio climático, así como del importante papelde la región del delta del Mekong en el desarrollo socioeconómico del país, el17 de noviembre de 2017, el Gobierno vietnamita emitió la Resolución No.120/NQ-CP sobre el desarrollo sostenible de esta región, para la adaptación alcambio climático.
En consecuencia, se plantea como objetivo que la zona deltaica se alcance para2050 un grado de desarrollo relativamente alto en comparación con otras delpaís.
Se espera en esa región un Producto InternoBruto per cápita de casi diez mil dólares por año, una proporción deagricultura ecológica y de agricultura aplicada de alta tecnología de más del80 por ciento, una cobertura forestal de más del cinco por ciento de lasuperficie (actualmente es del 4,3 por ciento) y una conservación efectiva delos importantes ecosistemas naturales.
Sin embargo, para lograr esas metas, las provincias del delta del Mekong necesitancambiar la estructura y la producción económica agrícola, así como los hábitos de vida de los habitantes de laszonas costeras, para adaptarse al aumento del nivel del mar.
Especialmente, cabe destacar la transición de la producción agrícolaconvencional a la economía agrícola, pasar de la cantidad a la calidad, y de la agricultura química a la orgánica y dealta tecnología.
Además, es necesario respetar la ley natural, elegir modelos adaptativos almedio, evitar la intervención brusca en la naturaleza y alcanzar un desarrollo sosteniblebajo el lema de vivir activamente con la inundación, salinidad, sequía y faltade agua potable.
El vicepresidente del Comité Popular de la provincia An Giang, Lam Quang Thi,enfatizó sobre la necesidad de replicar y extender los buenos modelos en laproducción agrícola para la adaptación al cambio climático.
El funcionario destacó además la necesidad de llamar la atención y recabar el apoyofinanciero de donantes, organizaciones internacionales y socios.
Al mismo tiempo, se refirió a la importancia de promover un mayor papel de laComisión Internacional del Río Mekong, fortalecer el intercambio deinformación, así como la gestión y el uso sostenible de los recursos hídricosentre los países de la cuenca para la prosperidad común.-VNA