Sitio arqueológico vietnamita de Oc Eo - Ba The está en carrera para ser Patrimonio de la Humanidad
An Giang, Vietnam(VNA) El Comité Popular de la provincia survietnamita de An Giang celebró hoy una conferencia para revisar una década de funcionamiento del sitio especial de reliquias nacionales Oc Eo – Ba The y anunciar un plan para preparar un expediente en pos de solicitar el reconocimiento de la UNESCO a este sitio arqueológico como Patrimonio de la Humanidad.
En el evento, los
delegados destacaron que durante los últimos diez años, la preservación y
promoción del patrimonio cultural Oc Eo ha avanzado significativamente,
registrando la conservación regular de las reliquias expuestas.
También han emprendido
activamente trabajos de desmonte al servicio de excavaciones arqueológicas; y
la cooperación internacional en la investigación, promoción y exhibición de
elementos de la civilización, agregaron.
Según Nguyen Huu Gieng,
jefe de la Junta Directiva del sitio, el Centro del Patrimonio Mundial de la
UNESCO ha incluido el sitio arqueológico en su Lista Indicativa que es un
inventario de los bienes situados en el territorio de cada Estado Parte y
considera aptos para ser inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial.
Reiteró que An Giang
está trabajando con las agencias competentes para preparar bien un expediente
que busque la acreditación de la UNESCO de Oc Eo-Ba The como Patrimonio de la
Humanidad.
En 2015, el Primer
Ministro encargó a la Academia de Ciencias Sociales de Vietnam la realización
de un proyecto de investigación sobre los yacimientos arqueológicos de Oc Eo -
Ba The y Nen Chua, con el objetivo de proporcionar una base científica fiable para
la planificación, conservación y elaboración de un dossier sobre el tema.
El sitio especial de
reliquias nacionales de la antigua civilización Oc Eo cubre 433,2 hectáreas de
tierra en el municipio de Oc Eo del distrito de Thoai Son. La milenaria cultura
de Oc Eo de Vietnam, que pertenecía al otrora reino de Phu Nam y floreció en
los siglos I al VII, fue descubierta en 1944 por el arqueólogo francés Louis
Malleret, quien la bautizó con el nombre del lugar del hallazgo.
Perforaciones realizadas por arqueólogos nacionales y extranjeros
permitieron encontrar centenares de objetos de terracota, piedra trabajada,
bronce, cerámica, oro y plata de esa civilización desaparecida./.