Hanoi (VNA) - El tifón Kajiki tocó tierra esta tarde en la región sur de la provincia de Nghe An y el norte de Ha Tinh, con vientos máximos de entre 90 y 117 km/h y rafagas de hasta 150 km/h.
La tormenta se desplazó hacia el noroeste a una velocidad de entre 10 y 15 km/h y comenzó a debilitarse al avanzar tierra adentro. Se prevé que para la mañana del 26 de agosto se haya convertido en depresión tropical sobre Laos central.
Como consecuencia del fenómeno, se registraron lluvias intensas en una amplia zona desde el norte hasta el centro norte del país. En algunas áreas, las precipitaciones acumuladas superaron los 400-500 milímetros.
Se espera que las lluvias continúen hasta el 27 de agosto, con especial intensidad en Thanh Hoa, Nghe An, Ha Tinh y Quang Tri. En Hanoi y otras provincias del norte, se pronostican lluvias moderadas a intensas acompañadas de tormentas eléctricas, con riesgo de tornados y rafagas violentas.
Hasta la noche del 25 de agosto, el tifón había causado la muerte de una persona y otras ocho resultaron heridas. Más de 600 viviendas sufrieron daños en sus techos, 144 fueron inundadas, y más de 16.000 hectáreas de arrozales y cultivos resultaron anegadas. Cerca de 2.100 hectáreas de árboles frutales y miles de árboles urbanos fueron derribados. Además, se registraron deslizamientos de tierra en varias localidades, afectando carreteras y provocando inundaciones urbanas localizadas.
En las zonas costeras, desde Quang Ninh hasta Ha Tinh, se observaron vientos de hasta 130 km/h y olas de entre 3 y 6 metros de altura. La marea alcanzó niveles máximos de entre 0,5 y 1,6 metros antes de comenzar a descender. Las autoridades han emitido advertencias sobre los peligros que representa la tormenta para embarcaciones, piscifactorías y estructuras costeras.
Ante la evolución peligrosa del tifón, más de 44.000 personas fueron evacuadas en seis localidades desde Ninh Binh hasta Hue. Las autoridades locales han implementado medidas urgentes como asegurar viviendas, amarrar embarcaciones, reforzar diques y prohibir la circulación durante el paso del tifón.
Actualmente, 26 estaciones de bombeo con 131 equipos están operando en el norte y centro-norte del país para drenar el exceso de agua y reducir el impacto de las inundaciones. Más de 1.000 embalses han alcanzado su capacidad máxima, y algunos están liberando agua de manera controlada para proteger las zonas aguas abajo. Las presas pequeñas y vulnerables están siendo monitoreadas de forma intensiva.
El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente instó a las autoridades locales a mantener la vigilancia las 24 horas, preparar equipos de rescate, revisar zonas con alto riesgo de deslizamientos y garantizar la seguridad de los evacuados.
También se prohíbe el retorno de la población a sus hogares mientras persistan los efectos del tifón, y se exige una gestión rigurosa de las presas para evitar liberaciones inesperadas de agua./.