Hanoi, 07 oct (VNA) Hanoi perdería su encanto sin sus mujeres. Esas que despiertan antes del amanecer y se acuestan quien sabe a qué hora. Quizás puedan decirlo las estrellas, porque una gran parte de la ciudad duerme cuando  ellas aún limpian y guardan las mercancías aprovechables al día siguiente, o mientras se alistan para empezar una nueva y larga jornada.

Vendedoras ambulantes: las reinas de Hanoi hinh anh 1
Son las vendedoras ambulantes o callejeras  las que embellecen y dan vida a la capital, pedaleando algunas sus bicicletas frente a las que los visitantes quedan atónitos al ver las “montañas” de productos que cargan, o ante sus cestas repletas de frutas y vegetales,  sujetas a ambos lados  por un palo que logran estabilizar  como el más diestro de los equilibristas.
Vendedoras ambulantes: las reinas de Hanoi hinh anh 2

Con sus hábiles manos son capaces de pelar y dar formas atractivas a decenas de frutas  que endulzan  el paladar aun sin probar bocado,  elaboran hermosos ramos de flores o preparan un delicioso café o te que se agradece en las mañanas.


La mayoría proviene de los alrededores de la capital y recorren largas distancias todos los días; otras alquilan algún sitio modesto para vivir en Hanoi. Para ellas el día comienza cerca de las 03:00 de la madrugada, cuando invaden los mercados en busca de los productos del agro para vender.


Su vida transcurre entre las labores domésticas, el cuidado de los niños y la venta en las calles de frutas, vegetales, comidas preparadas,  productos de plástico, confecciones textiles. Cualquier artículo para ayudar al sustento familiar de forma honrada.

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Sin tiempo para el descanso, estas mujeres que por disímiles motivos no tienen estudios académicos, demuestran una educación y sencillez apreciables, y pese al cansancio visible en sus rostros ya al atardecer, siempre  tienen una sonrisa para regalar.

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Ellas son las reinas de Hanoi, las que no necesitan de adornos ni lujos para brillar; son la vida de esta ciudad y forman parte indiscutible de su identidad. Mientras ellas trabajan de día y de noche, el sol y las estrellas las contemplan, pero ellas resplandecen mucho más.-VNA

 

Mariela Pérez Valenzuela, especial para la Agencia Vietnamita de Noticias (texto y fotos de la autora)

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