La Habana (VNA) - El exembajador de Cuba enVietnam Fredesmán Turró González calificó la visita de Fidel a Vietnam enseptiembre de 1973 como un hecho de especial significación.
Durante una entrevista concedida a laAgencia Vietnamita de Noticias, el dos veces Embajador de Cuba en Vietnam(1999-2004 y 2008-2013) señaló que Fidel cumplía un sueño que había acariciadodurante largo tiempo y los dirigentes y el pueblo vietnamita lo esperabantambién con impaciencia.
Cuando Fidel visitó Vietnam,Fredesmán era Agregado Diplomático en la Embajada de Cuba en Vietnam y al mismotiempo el traductor de Raúl Valdés Vivó -primer embajador de Cuba ante elFrente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur y el Gobierno Provisional.Después de graduarse en la Universidad de Hanoi, en julio de 1971, tomó un parde meses de vacaciones en Cuba y regresó a la capital vietnamita para trabajar en la Embajada.
Lo que pasó hace 50 años aún se mantieneintacto en la mente del Embajador Fredesmán y lo recuerda con mucha emoción.
Contó que en esos días Hanoiestuvo de fiesta, habían banderas cubanas y vietnamitas y fotos de Fidel y HoChi Minh por todas partes. En las aceras siempre había una gran concentraciónde personas esperando el paso de Fidel y en la calle y en el pequeño parque quehay frente a la casa de huéspedes 12 Ngo Quyen siempre estaba lleno devietnamitas en bicicletas, hombres, mujeres, ancianos y niños, atentos a queFidel saliera o entrara a la casa o se parara en el pequeño balcón, parasaludarlo.
Todo eso, unido al recibimientode masas que le dieron lo hanoyanos y los principales dirigentes del partido, del gobierno y de la AsambleaNacional, en auto descapotado, desde el aeropuerto Gia Lam, bajando por lacalle Hang Dao y bordeando el lago Hoan Kiem hasta 12 Ngo Quyen fue realmenteapoteósico y excepcional, expresó.
De acuerdo con el veteranodiplomático cubano, la visita de Fidel a Vietnam se trabajó con muchadiscreción.
“Yo observaba que desde losprimeros días de septiembre, el embajador asistía con frecuencia a reuniones enla Cancillería y no demandaba de miayuda en la traducción. También salía a reuniones con mucha frecuencia elAgregado Militar. Por respeto a los jefes nunca pregunté nada”, recordó.
“El sábado 8 de septiembre, elEmbajador convocó a todos los funcionarios de la Embajada a una reunión en elpequeño teatro de la Embajada, a las 9 am, e informó que una delegación cubana, presidida por Fidel, visitaríaVietnam próximamente, en fecha aun sin precisar. En esa reunión, le asignótareas a todos los funcionarios, incluidos los de bajo rango como yo. Nosasignó a Jorge la O (Qúy), quien también hablaba vietnamita, y a mí la misiónde atender varios teléfonos que estarían situados en el lugar donde se alojaríaFidel y su delegación”, continuó.
“Nos informó que la traducción ala delegación estaría a cargo de traductores vietnamitas (los traductoresfueron finalmente Nguyen Dinh Bin, Nguyen Xuan Phong y Hoang Hiep, yafallecido). Yo me alegré porque no me sentía preparado aun para traducirle aFidel”, narró.
El Embajador Fredesmán nuncapuede borrar de su mente la figura de Fidel, de estatura imponente, demovimientos muy agiles, al entrar y salir de la casa de huéspedes 12 Ngo Quyen. Tampoco puede olvidarse cuando fue ala Embajada y se reunió con los funcionarios.
Lo vio hablando con el EmbajadorRaúl Valdés Vivó con un mapa de Vietnam en la mano. Hablaban de lo que podíahacer Cuba para ayudar a la reconstrucción de la República Democrática deVietnam, hablaban de las dificultades para ampliar el aeropuerto Gia Lam,porque en una cabeza de la pista está el Río Rojo y en la otra el ferrocarrilque va a Hai Phong.
El día 14, alrededor de las 8.30de la mañana, Fidel y la delegación oficial salen para Hai Phong. Mucho anteshabían salido algunos periodistas y algunos miembros de la comitiva. Sinembargo, cuando regresan Fidel y sus acompañantes el día 16, en la recepción dedespedida que ofreció a los dirigentes vietnamitas y al Cuerpo Diplomáticoacreditado en Hanoi, el propio líder reveló, para el asombro de muchos de los presentes, pormenores de su viaje a lazona liberada del Sur.
Lo del viaje a Hai Phong fue unamaniobra de engaño para despistar a los yanquis y a los títeres, quienes sí conocían de antemano la fecha del viaje de Fidel y Pham Van Dong a la zonaliberada del Sur, podían atentar contra sus vidas, a pesar de que en el caso delos yanquis, ya habían retirado de Vietnam, el 29 de marzo, su últimosoldado, como consecuencia de los Acuerdos de París del 27 de enero.
Según el diplomático cubano,Fidel era uno de los dirigentes internacionales más enérgicos, resueltos ypúblicamente había apoyado a Vietnam en su lucha contra el invasor estadounidensey sus títeres, a fin de liberar el sur yreunificar el país. Fidel contribuyó también a articular un amplio movimientointernacional de solidaridad con Vietnam.
Valoró Fredesmán que la visitatuvo por otra parte un gran impacto en los dirigentes y el pueblo vietnamita.Fidel no solo ratificó de manera directa al partido, al gobierno y al pueblovietnamita, la solidaridad y el apoyo de Cuba, sino que expresó la firmeconvicción del Partido, el gobierno y elpueblo cubanos de que la victoria total y definitiva del pueblo vietnamitaestaba cerca. Tuvo Fidel también la oportunidad de expresar su respeto yadmiración por el Presidente Ho Chi Minh y lamentó no haberlo conocido enpersona.
Sin dudas, esta visita de Fidel,en especial su recorrido por la zona liberada del Sur, en la provincia de QuangTri, constituyó un gran estímulo para los dirigentes, el ejército y el pueblovietnamita, tanto en el Norte como en el Sur, destacó.
Fue el único jefe de estado quelo hizo y rodeado de combatientes se tomó una foto enarbolando la bandera delFrente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur, foto que recorrió el mundo yse convirtió en sí misma en un símbolo de nuestra hermandad y del compromiso deCuba con la causa vietnamita, resaltó.
Rememoró que Fidel, en nombredel gobierno y el pueblo cubanos, informó a los dirigentes vietnamitas ladecisión de Cuba de donar cinco obras como contribución a la reconstrucción dela República Democrática de Vietnam, después de la firma de los Acuerdos deParís, en enero de ese mismo año. Dichas obras fueron un hospital de 500 camasen Dong Hoi, Quang Binh; un hotel en Hanoi; 10 vaquerías en Moc Chau, Son La;una granja avícola en Luong My, Hoa Binhy un tramo de carretera de 42 kilómetros entre Xuan Mai y Son Tay, antiguaprovincia de Ha Tay.
“Puede decirse que Fidel no soloedificó y desarrolló las relaciones que hoy unen a Cuba y Vietnam, sino quejunto a Ho Chi Minh educó a nuestros pueblos en el amor, la fidelidad y laconfianza mutua”, dijo.
El Embajador cubano afirmó que eseamor, esa fidelidad y esa confianza son hoy el cimiento de las relacionesespeciales de hermandad entre Cuba y Vietnam./.