Con las evidentes pruebas, abogados de la reclamante francesa de origen vietnamita Tran To Nga contra 26 proveedores estadounidenses de la dioxina utilizada por el ejército yanqui durante la guerra en Vietnam afirmaron su confianza de ganar esa batalla jurídica.
Al conversar la víspera en Ciudad Ho Chi Minh con corresponsales de Agencia Vietnamita de Noticias, Bertrand Repolt, quien representó el equipo de los abogados de To Nga en la audiencia en la Corte de Ervy en Francia el 18 de junio pasado, mostró el optimismo ante el juicio por los armamientos que son las pruebas, documentos y testigos vivos.
En la última sesión de trabajo en la Corte de Ervy, cinco de los 19 abogados representantes de 19 empresas químicas estadounidenses cuestionaron la veracidad de los documentos presentados por la reclamante.
Se trata de una táctica destinada a ralentizar el proceso y agotar al equipo litigante, lo cual es preocupante ya que Tran To Nga tiene 73 años de edad y con deterioro de salud debido a muchas enfermedades que sufrió como consecuencia del Agente Naranja /Dioxina, opinó.
Según Repolt, el hecho de que su clienta – una ex corresponsal de guerra – posee la nacionalidad francesa y padece secuelas del Agente de Naranja es una ventaja para que la firma de abogados William Bourdon y Forestier demande un juicio contra las empresas estadounidenses ante el tribunal francés solicitando un veredicto justo no sólo para Tran To Nga sino también para la totalidad de las víctimas vietnamitas.
Nosotros y la señora Tran To Nga hemos preparado las evidencias jurídicas y científicas para el juicio durante cinco años, dijo el defensor Amelie Lefebvre y afirmó que tal “incidente” documental jamás se nos desafila.
Sin embargo, el abogado admitió que esta lucha enfrentará numerosas dificultades, dada la complejidad del expediente que involucra a varios países.
Además, esclareció que el proceso llevará tiempo y habrá pocas posibilidades de que tenga lugar antes de 2016 el juicio final en que participen todas las partes.
Mientras tanto, reiteró la determinación de William Bourdon y Forestier de seguir hasta el final aunque durará 10 o 20 años, calificando como oportunidad para demandar la justicia para millones víctimas vietnamitas del letal tóxico, así como despertar el público estadounidense e internacional al respecto.
De 1961 a 1971, la aviación norteamericana roció 80 millones de litros de herbicida que contenían 400 kilogramos de dioxina, uno de los componentes químicos más tóxicos reconocidos por el hombre.
Al igual que To Nga, más de cuatro millones 800 mil personas resultaron expuestas al Agente Naranja. En varios sitios en Vietnam, el índice de la dioxina en el entorno, animales y pobladores supera cientos de veces al nivel permisible por el Departamento estadounidense de Protección Ambiental.
Numerosos estudios de científicos afirman que la tasa de infección, en especial de las enfermedades de cáncer y deformaciones congénitas en generaciones de hijos y nietos de los afectados, es más alta en los que nunca contactaron con el letal tóxico. –VNA