Hanoi (VNA) - En medio del creciente apetito mundial por los productos acuáticos, los ingresos por exportaciones de esos rubros vietnamitas han demostrado un crecimiento persistente durante años, alcanzando un récord de 11 mil millones de dólares en 2022, lo cual representa un aumento de más de 12 veces respecto a las modestas cifras de 1998.
Truong Dinh Hoe, secretario general de la Asociación de Exportadores y Productores de Productos Acuáticos de Vietnam (VASEP), habló con la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA) sobre la posición de la acuicultura nacional en la arena mundial y sus perspectivas a largo plazo.
Más allá de satisfacer las demandas del mercado interno, que cuenta con una población de aproximadamente 100 millones, la industria acuícola vietnamita ha penetrado y triunfado constantemente en el mercado internacional.
Actualmente, Vietnam figura entre los tres principales países exportadores de productos del mar a nivel mundial, junto con China y Noruega.
Refiriéndose a las ventajas que han impulsado el avance del sector acuícola vietnamita, el funcionario indicó que el aumento incesante del consumo mundial de esos rubros se está produciendo en medio de recursos acuáticos naturales finitos. En consecuencia, la creciente demanda de estos productos requiere la producción impulsada por la acuicultura.
Junto con la tecnología acuícola de vanguardia, Vietnam aprovecha su extensa costa y su amplia superficie de agua para fomentar el cultivo acuático.
En la actualidad, dijo, Vietnam representa alrededor de una sexta parte de la producción anual de camarón de seis millones de toneladas. Además, cultiva grandes cantidades de pangasius, una fuente fundamental de pescado blanco para el mundo.
La segunda ventaja estratégica radica en la capacidad de las empresas para mantenerse al tanto de las tendencias mundiales en tecnología de procesamiento.
En tercer lugar, la integración profunda y expansiva de Vietnam en la economía global se ha solidificado notablemente mediante la negociación y la implementación efectiva de los tratados de libre comercio (TLC) de nueva generación con mercados de consumo fundamentales.
Por otro lado, Dinh Hoe señaló algunas limitaciones y desafíos que enfrenta la acuicultura vietnamita como la reducción de áreas de crianza de agua dulce debido al impacto del cambio climático, y la falta de soluciones dedicadas a regenerar recursos marinos naturales para garantizar un equilibrio entre la explotación y el cultivo.
Además, el sector está formado principalmente por pequeños agricultores, lo que plantea dificultades en promover la transición a la producción a gran escala para aumentar la eficiencia y reducir los costos.
Durante la entrevista, Dinh Hoe también destacó los esfuerzos de la industria acuícola vietnamita para “volverse verde”.
Hasta el 70 por ciento de las materias primas para la exportación se cultivan en el país. Asimismo, está aumentando el número de granjas y áreas de cultivo que han obtenido la certificación internacional para productos pesqueros cultivados de manera responsable.
De un total de 847 fábricas a escala industrial, 692 cuentan con el codiciado código de exportación de la Unión Europea, lo que demuestra el doble enfoque tanto en prácticas de producción sólidas como en protección ambiental. Además, para el mercado estadounidense, los productos del mar vietnamitas cumplen con los exigentes estándares de Buenas Prácticas de Acuicultura (BAP).
Para realizar los compromisos de cero emisiones netas para 2050, indicó, la adopción de equipos y materiales que contribuyan a la reducción de energía en las operaciones agrícolas y de fabricación deviene una estrategia coherente.
Igualmente crucial resulta la sustitución gradual de materiales de embalaje con altas emisiones por alternativas de bajas o nulas emisiones.
En esencia, dijo, la reducción de emisiones debe considerarse como un "principio rector" de las orientaciones estratégicas y planes de inversión de las empresas. Este compromiso es un requisito previo indispensable para fomentar un crecimiento sostenible y de largo plazo./.