COVID-19 lleva a casi cinco millones a la pobreza extrema en el Sudeste Asiático

Hanoi (VNA) - La pandemia de COVID-19 llevó a 4,7 millones de personas en el Sudeste Asiático a la pobreza extrema en 2021, con la desaparición de 9,3 millones de puestos de trabajo, según un informe del Banco Asiático de Desarrollo (ADB).
Dos años después de la pandemia, el informe señala que las perspectivas de crecimiento son más brillantes para las economías, ya que casi el 60 por ciento de la población de la región está completamente vacunado contra el COVID-19, lo que permite la reapertura de las economías.
El presidente de la institución financiera,
Asakawa Masatsugu, dijo que la pandemia ha provocado el empeoramiento del
desempleo, la desigualdad y los niveles de pobreza, especialmente entre las
mujeres, los trabajadores más jóvenes y los ancianos en la región.
Entre los más afectados se encuentran los trabajadores no calificados y los que
laboran en el comercio minorista y la economía informal, así como las pequeñas
empresas sin presencia digital.
El ADB alienta a los gobiernos de la región a invertir en la infraestructura
verde inteligente y adoptar innovaciones tecnológicas para revitalizar el
crecimiento económico.
El informe sugiere a los gobiernos del Sudeste Asiático que asignen más
recursos para ayudar a los sistemas de salud a brindar atención, mejorar la
vigilancia de enfermedades y responder a futuras pandemias.
El crecimiento económico del Sudeste Asiático podría aumentar 1,5 puntos
porcentuales si el gasto en salud en la región alcanza alrededor del cinco por
ciento del producto interno bruto (PIB), predice.
El informe recomienda que los países realicen reformas estructurales para
impulsar la competitividad y la productividad, incluida la simplificación de
los procedimientos administrativos, la reducción de las barreras comerciales y
el fomento de las pequeñas empresas para que adopten nuevas tecnologías.
Los gobiernos deben mantener la prudencia fiscal para reducir el déficit y la
deuda públicos y modernizar la administración tributaria para mejorar la
eficiencia y ampliar la base impositiva, señala.
Aun así, la región enfrenta vientos en contra, incluidas las variantes
emergentes del COVID-19, el endurecimiento de las tasas de interés globales,
las interrupciones en la cadena de suministro y el aumento de los precios de
las materias primas y la inflación, advierte./.