Hanoi (VNA)- La empresa estadounidense de consultoría McKinsey publicó un artículo para evaluar la capacidad de recuperación económica de Vietnam tras su éxito en el control epidemiológico.
Según la publicación, el país indochino cumplió dos meses sin reportar nuevos casos infectados del coronavirus en la comunidad, lo que convirtió a Vietnam en una de las primeras naciones en reabrir por completo su economía nacional.
El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país del Sudeste Asiático en el primer trimestre del año aunque registró el nivel más bajo desde 2010, todavía se ubica en el rango positivo con 3,8 por ciento, precisó la fuente.
Con las exportaciones y el turismo gravemente afectados, el consumo doméstico juega un papel importante para la recuperación de la economía vietnamita, al constituir en los últimos años un motor impulsor para el crecimiento del país, representando el 68 por ciento del PIB, reveló.
De acuerdo con el autor, la suspensión de las actividades no esenciales para impedir la propagación de la epidemia en Vietnam duró solo 22 días, periodo significativamente más corto que en muchos otros países, lo que alivió parte de la presión en el sector del consumo.
Mientras, el lanzamiento por el Gobierno de Hanoi del paquete de estímulo de cerca de mil 170 millones de dólares, dirigido a los hogares y pequeñas empresas en marzo pasado, también ayudó a apuntalar la demanda.
Por otro lado, el sector manufacturero también constituye un puntal para el crecimiento de Vietnam, por lo que el país ha tomado medidas para garantizar el funcionamiento de sus operaciones, a pesar de la parálisis en otros países.
A medida que los fabricantes de todo el mundo comienzan a reevaluar sus estrategias respecto a las cadenas de suministro para abordar las debilidades expuestas por la pandemia, Vietnam sigue en una posición sólida, subrayó.
Un sondeo de McKinsey a los ejecutivos de abastecimiento de moda, publicada en mayo pasado, mostró que un 24 por ciento de los encuestados esperan ver un aumento en la producción en Vietnam, más que en cualquier otro lugar en Asia.
Este año, sin duda, seguirá siendo un desafío, pero Vietnam puede esperar que el fuerte crecimiento regrese el próximo año y, probablemente, verá reforzada su posición como destino de inversión atractivo una vez que la economía global comience a recuperarse, detalló.
Si Vietnam puede mantener su buen desempeño en la lucha contra el COVID-19 al tiempo que realiza los cambios estructurales para impulsar el crecimiento en la próxima década, no solo se recuperará su economía, sino que también se impulsará un nuevo crecimiento.
La mayoría de las agencias internacionales calculan que ese pronóstico se cumplirá a finales de este año y se acelerará en el próximo, mientras el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional también pronosticaron que el crecimiento del PIB de Vietnam alcanzará de 6,8 a siete por ciento en 2021./.
Según la publicación, el país indochino cumplió dos meses sin reportar nuevos casos infectados del coronavirus en la comunidad, lo que convirtió a Vietnam en una de las primeras naciones en reabrir por completo su economía nacional.
El crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país del Sudeste Asiático en el primer trimestre del año aunque registró el nivel más bajo desde 2010, todavía se ubica en el rango positivo con 3,8 por ciento, precisó la fuente.
Con las exportaciones y el turismo gravemente afectados, el consumo doméstico juega un papel importante para la recuperación de la economía vietnamita, al constituir en los últimos años un motor impulsor para el crecimiento del país, representando el 68 por ciento del PIB, reveló.
De acuerdo con el autor, la suspensión de las actividades no esenciales para impedir la propagación de la epidemia en Vietnam duró solo 22 días, periodo significativamente más corto que en muchos otros países, lo que alivió parte de la presión en el sector del consumo.
Mientras, el lanzamiento por el Gobierno de Hanoi del paquete de estímulo de cerca de mil 170 millones de dólares, dirigido a los hogares y pequeñas empresas en marzo pasado, también ayudó a apuntalar la demanda.
Por otro lado, el sector manufacturero también constituye un puntal para el crecimiento de Vietnam, por lo que el país ha tomado medidas para garantizar el funcionamiento de sus operaciones, a pesar de la parálisis en otros países.
A medida que los fabricantes de todo el mundo comienzan a reevaluar sus estrategias respecto a las cadenas de suministro para abordar las debilidades expuestas por la pandemia, Vietnam sigue en una posición sólida, subrayó.
Un sondeo de McKinsey a los ejecutivos de abastecimiento de moda, publicada en mayo pasado, mostró que un 24 por ciento de los encuestados esperan ver un aumento en la producción en Vietnam, más que en cualquier otro lugar en Asia.
Este año, sin duda, seguirá siendo un desafío, pero Vietnam puede esperar que el fuerte crecimiento regrese el próximo año y, probablemente, verá reforzada su posición como destino de inversión atractivo una vez que la economía global comience a recuperarse, detalló.
Si Vietnam puede mantener su buen desempeño en la lucha contra el COVID-19 al tiempo que realiza los cambios estructurales para impulsar el crecimiento en la próxima década, no solo se recuperará su economía, sino que también se impulsará un nuevo crecimiento.
La mayoría de las agencias internacionales calculan que ese pronóstico se cumplirá a finales de este año y se acelerará en el próximo, mientras el Banco Asiático de Desarrollo, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional también pronosticaron que el crecimiento del PIB de Vietnam alcanzará de 6,8 a siete por ciento en 2021./.
VNA