Hanoi (VNA) - Vietnam constituye la segunda economía más innovadora, después de Ucrania, en el grupo de los países de ingresos medianos bajos, según el Índice Mundial de Innovación (GII 2018), publicado anualmente por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), la universidad estadounidense de Cornell y la escuela francesa de negocios INSEAD.
A nivel mundial, el país se ubicó en el lugar 48, en tanto Suiza se mantuvo a la cabeza, seguida por Países Bajos, Suecia, Reino Unido, Singapur, Estados Unidos, Finlandia, Dinamarca, Alemania e Irlanda.
Esta undécima edición de GII clasifica el desempeño de 126 economías teniendo en cuenta 80 indicadores, que comprenden desde los índices de presentación de solicitudes de derechos de propiedad intelectual, hasta la creación de aplicaciones móviles, el gasto en educación y las publicaciones científicas y técnicas.
Al responder a corresponsales de la Agencia Vietnamita de Noticias luego del anuncio de GII 2018, Sacha Wunsch-Vincent, experto del grupo de investigación de GII de la OMPI, reiteró que Vietnam se convirtió en un modelo de innovación tecnológica en el grupo de los países de ingresos medianos bajos.
Sugirió que Hanoi persista en las políticas y planes aprobados por el Primer Ministro para promover la innovación y fortalezca sus potencialidades en los sectores de producción y procesamiento de alimentos, y tecnología informática, a fin de aumentar la capacidad innovación y adquirir nuevas tecnologías.
Le Thanh Binh, consejero encargado de asuntos científicos-tecnológicos de la misión permanente de Vietnam ante las Naciones Unidas, destacó que el país ascendió 14 puestos en la clasificación de este año en comparación con la de 2016, y a la vez, obtuvo puntajes más altos en los siete pilares del GII.
El tema de GII 2018 “Energizar el mundo con innovación” subraya la necesidad de promover las tecnologías ecológicas inocuas para el clima en el contexto de la creciente demanda energética en el mundo.
Las previsiones indican que en 2040 se requerirá en la Tierra hasta un 30 por ciento más de energía que la demanda actual, mientras que las estrategias convencionales para aumentar el suministro de energía son insostenibles ante el cambio climático. – VNA
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