Hanoi (VNA) - Aunque aportan valor a las exportaciones y aseguran una gran cantidad de puestos de trabajo, las industrias textil y de calzado de Vietnam enfrentan actualmente muchas dificultades por los impactos del COVID-19.
En el contexto que la situación epidémica sigue siendo compleja, muchas fábricas han tenido que cerrar, por lo que la recuperación de las empresas del sector se vislumbra complicada en el futuro próximo.
Según cálculos preliminares, una empresa de cuero y calzado con alrededor de nueve mil trabajadores necesitará gastar alrededor de un millón de dólares en medidas de prevención epidémica, sin mencionar el aumento de los costos de insumos de cinco a 10 por ciento.
Las compañías informaron que también enfrentan multas por retrasos en las entregas y el riesgo de no poder atender pedidos la próxima temporada.
Para mantener sus operaciones comerciales para el próximo año, según Phan Thi Thanh Xuan, vicepresidenta y secretaria general de la Asociación Nacional de Calzado y Bolsos, su entidad ha propuesto un plan de reapertura gradual con tres fases.
También indicó que las perspectivas para este año, y posiblemente hasta el 2022, no son muy positivas.
De acuerdo con Vu Duc Giang, presidente de la Asociación de Confecciones Textiles de Vietnam, si la enfermedad continúa desarrollándose de manera complicada, las firmas ya no podrán mantener y estabilizar la producción y tendrán dificultades para retener los clientes.
En este sentido, el Grupo Nacional de Textiles y Confecciones señaló que ahora es importante garantizar los recursos humanos en el contexto de los planes de producción fluctuantes, la escasez de vacunas y las epidemias impredecibles como la actual.
Con el fin de restablecer la producción, especialmente para las industrias textil y de calzado, el Ministerio de Industria y Comercio se centrará en eliminar las dificultades y brindar el máximo apoyo a las fábricas para restaurar y mantener la producción, aprovechando los pedidos de fin de año en los mercados de Europa y Estados Unidos./.
En el contexto que la situación epidémica sigue siendo compleja, muchas fábricas han tenido que cerrar, por lo que la recuperación de las empresas del sector se vislumbra complicada en el futuro próximo.
Según cálculos preliminares, una empresa de cuero y calzado con alrededor de nueve mil trabajadores necesitará gastar alrededor de un millón de dólares en medidas de prevención epidémica, sin mencionar el aumento de los costos de insumos de cinco a 10 por ciento.
Las compañías informaron que también enfrentan multas por retrasos en las entregas y el riesgo de no poder atender pedidos la próxima temporada.
Para mantener sus operaciones comerciales para el próximo año, según Phan Thi Thanh Xuan, vicepresidenta y secretaria general de la Asociación Nacional de Calzado y Bolsos, su entidad ha propuesto un plan de reapertura gradual con tres fases.
También indicó que las perspectivas para este año, y posiblemente hasta el 2022, no son muy positivas.
De acuerdo con Vu Duc Giang, presidente de la Asociación de Confecciones Textiles de Vietnam, si la enfermedad continúa desarrollándose de manera complicada, las firmas ya no podrán mantener y estabilizar la producción y tendrán dificultades para retener los clientes.
En este sentido, el Grupo Nacional de Textiles y Confecciones señaló que ahora es importante garantizar los recursos humanos en el contexto de los planes de producción fluctuantes, la escasez de vacunas y las epidemias impredecibles como la actual.
Con el fin de restablecer la producción, especialmente para las industrias textil y de calzado, el Ministerio de Industria y Comercio se centrará en eliminar las dificultades y brindar el máximo apoyo a las fábricas para restaurar y mantener la producción, aprovechando los pedidos de fin de año en los mercados de Europa y Estados Unidos./.
VNA