Japón condenó a China por restricciones a la pesca en las aguas en disputa del Mar Oriental, al mismo tiempo ratificó que defenderá su soberanía marítima tras una reciente violación por barcos chinos.

Al intervenir en una inspección de maniobra de la Fuerza de Autodefensa japonesa, el ministro de Defensa, Itsunori Onodera, destacó la preocupación en la comunidad internacional causada por esos actos y el establecimiento de la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Beijing en el Mar Oriental de China.

De acuerdo con Onodera, esas acciones unilaterales son adecuadas en las zonas marítimas pertenecientes a la soberanía propia y no se aceptan en las zonas internacionales.

Esa declaración fue dada a conocer después de que la Guardia Costera de Japón (JCG, en inglés) anunció la entrada este domingo de tres barcos de patrullaje de China en las aguas territoriales del archipiélago Senkaku/Diaoyu, de soberanía japonesa y que China reivindica.

Según JCG, esas embarcaciones salieron de esa zona dos horas más tarde.

La parte nipona exigió a Beijing que no vuelva a incurrir en ese hecho y reafirmó la defensa de esos territorios y aguas circundantes del archipiélago Senkaku/Diaoyu.

Se trata de la primera vez de este año que embarcaciones chinas irrumpen en las aguas soberanas de estas islas, situadas en el mar de China Oriental.

En 2013, barcos y aviones de China accedieron a ese archipiélago, especialmente tras la nacionalización nipona de tres de las cinco islas en esa zona en disputa a partir de septiembre de 2012.

Con anterioridad, Estados Unidos y Filipinas también protestaron las nuevas normativas sobre la pesca aprobadas en noviembre de 2013 por la agencia legislativa de la provincia china de Hainan.

El Departamento estadounidense de Estado las calificó de acto “provocativo y potencialmente peligroso” que “ viola gravemente el derecho a la libre navegación y pesca de todos los países en aguas internacionales", registrado en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 (UNCLOS).

Además afirmó que la decisión china provoca más tensiones y complica más la situación en el Mar Oriental, hecho innecesario que amenaza la paz y estabilidad regional. –VNA